En 2008, el investigador del CONICET Hugo Luján publicó un trabajo en la revistaNature revelando cómo el parásito Giardia lamblia cambia de “disfraces” para evadir el sistema inmune. Ese microorganismo es el agente responsable de la giardasis, una de las causas más comunes de diarrea en países en desarrollo.
La vacuna ya fue testeada con éxito en animales de laboratorio, tal como publicó en 2010 Nature Medicine.
Además de ocasionar diarrea, los síntomas más comunes que provoca Giardia lamblia son gases, malestar general y dolores abdominales. En el organismo, el parásito afecta la absorción de nutrientes y en casos crónicos puede provocar un cuadro de desnutrición, especialmente en niños. Se estima que unas 200 millones de personas se infectan cada año con este parásito.
El producto se administra por vía oral, como pastilla, una característica clave para que pueda ser aplicada sin dificultad y conservada a temperatura ambiente, sobre todo en países pobres.
“Ahora resulta necesario probar su eficacia en ensayos clínicos en humanos, bajo estrictas medidas de seguridad y regulaciones éticas. Pero para esos estudios necesitamos la colaboración de las empresas privadas con experiencia en el tema”, señaló Luján.
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