En un artículo publicado en la revista The Lancet, el equipo internacional de investigadores afirma que en muchas regiones, incluida América Latina, la alta incidencia de la enfermedad se debe a factores que pueden prevenirse, como las infecciones parasitarias.
Esta enfermedad, dicen los científicos de la organización Wellcome Trust, debe ser considerada una prioridad de salud pública en estos países.
La epilepsia es un trastorno que causa alteraciones en la actividad eléctrica del cerebro generando convulsiones recurrentes y episodios breves de alteración de la conciencia.
Aunque no es una enfermedad mental, puede desarrollarse después de una lesión o daños en el cerebro.
No hay cifras precisas sobre la incidencia de la enfermedad en los países de bajos y medianos ingresos pero se calcula que 85% del número global de pacientes están en estas regiones del mundo.
"En general, los países en desarrollo parecen tener entre dos y tres veces la carga de epilepsia que se encuentra en Europa y Norteamérica" explica a BBC Mundo el profesor Héctor García, del Instituto de Ciencias Neurológicas en Lima, Perú, y uno de los autores del artículo.
Aunque se ha intentado llevar a cabo estudios epidemiológicos sobre la enfermedad en los países de bajos y medianos ingresos, la tarea no ha sido fácil.
El investigador peruano junto con el profesor Charles Newton de la Universidad de Oxford, llevaron a cabo una revisión de los estudios publicados sobre epilepsia en países de bajos y medianos ingresos para tratar de obtener un panorama sobre la carga de la enfermedad en estas regiones.
"Las actitudes han cambiado muy poco. A pesar de los esfuerzos de instituciones como la Liga Internacional de Lucha Contra la Epilepsia y la OMS, entre otras, en las regiones rurales hay muy poco conocimiento, mucho estigma, e insuficiente capacidad de manejo adecuado"
La conclusión, dicen, es que el alto número de casos de la enfermedad en estas zonas es resultado de la alta incidencia de factores de riesgo como lesiones en la cabeza, complicaciones durante el parto e infecciones parasitarias, principalmente oncocercosis y neurocisticercosis.
"Las parasitosis asociadas a epilepsia en mayor grado son la neurocisticercosis y la malaria", explica Héctor García.
"La neurocisticercosis es responsable de alrededor del 30% de los casos de epilepsia en las zonas donde está presente, que cubren Latinoamérica, Africa, y gran parte de Asia".
Se calcula que la neurocisticercosis, causada por la infección en el sistema nervioso central de un cisticerco, el
Taenia solium, es la primera causa de epilepsia adquirida en adultos en Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y México.
Pero tal como expresa el profesor Héctor García, todavía hay un enorme desconocimiento de esta enfermedad, que en el pasado solía ser asociada a experiencias espirituales o religiosas.
"Las actitudes han cambiado muy poco. A pesar de los esfuerzos de instituciones como la Liga Internacional de Lucha Contra la Epilepsia y la OMS, entre otras, en las regiones rurales hay muy poco conocimiento, mucho estigma, e insuficiente capacidad de manejo adecuado".
A pesar de que los tratamientos pueden ser fácilmente accesibles, muchos pacientes no son diagnosticados ni tratados.
"Efectivamente, 60% o más de la población no se trata o no se trata adecuadamente", dice el profesor García.
"Esto muchas veces es por falta de acceso a la medicación pero no siempre. Algunos inician tratamiento y lo abandonan antes de tiempo, otros lo toman irregularmente, etc.".
"La disponibilidad y el costo de los medicamentos antiepilépticos es de hecho una barrera importante, a pesar de que comprados internacionalmente podrían costar tan poco como 20 a 40 dólares por año por persona, y cambiarle la vida al paciente y a su familia".
Se necesita una mejor distribución de los fármacos y un mejor manejo de los recursos para diagnosticar a los pacientes, dice el investigador.
"Los antiepilépticos de primera línea no son caros, y podrían ser facilmente manejados en centros de salud de nivel primario".
"Proveer medicamentos antiepilépticos gratuitamente a traves de los sistemas de salud es una inversión que algunos países ya han adoptado".
"Mucha gente con epilepsia o sus familias ni siquiera saben que tienen una enfermedad que puede controlarse con tratamientos. De manera que es de vital importancia crear conciencia y mejorar la asistencia médica en estas regiones del mundo"
Y aunque el diagnóstico inicial de la enfermedad no tiene mayor costo, lo ideal, dice el investigador, es que una vez hecho el diagnóstico se busque la causa de la enfermedad.
"En este punto sí son necesarios, en la mayor parte de casos al menos, exámenes de neuroimagen, electroencefalografía y otros procedimientos. Y en general aún estos procedimientos sí podrían ser accesibles excepto en realidades muy pobres". agrega el científico peruano.
Desafortunadamente, concluyen los investigadores, hay una enorme falta de expertos, neurólogos y psiquiatras, en estas regiones del mundo.
El profesor George Newton afirma que "las instalaciones adecuadas para diagnóstico, tratamiento y manejo de la enfermedad son virtualmente inexistentes en muchas de las regiones más pobres del mundo".
"Mucha gente con epilepsia o sus familias ni siquiera saben que tienen una enfermedad que puede controlarse con tratamientos".
"De manera que es de vital importancia crear conciencia y mejorar la asistencia médica en estas regiones del mundo" agrega el investigador.