Y aunque en la última década se han llevado a cabo esfuerzos para reducir el abuso y adicción de estos compuestos, muchos estados del país todavía no están haciendo lo suficiente para reducir el problema.
El estudio, financiado por The Pew Charitable Trust, llevó a cabo un análisis de los logros de los programas establecidos en el país en el 2001 para reducir el consumo sin control de analgésicos recetados.
Se encontró que en muchos estados todavía hay un "vacío" en las estrategias y los niveles de vigilancia.
Los analgésicos opioides funcionan en receptores del cerebro para reducir la percepción de dolor y al mismo tiempo crean una sensación de euforia. Pero también pueden tener un efecto sedante.
Las sustancias pueden producir dependencia y su abuso conduce a dosis cada vez más grandes para lograr el efecto de euforia y reducir el síndrome de abstinencia.
Estas dosis cada vez más grandes pueden causar disminución de la respiración, pérdida de conocimiento y muerte por sobredosis.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país, una de cada 20 personas de 12 años o más -unos 12 millones- utiliza fármacos opioides de forma no médica.
Es decir, se usan sin una receta para obtener el efecto de "estar colocado" que causan.
Y cada año mueren 15.000 personas a causa de una sobredosis con ellos, dicen los CDC. Por sobredosis de heroína y cocaína mueren 4.000 personas anualmente en Estados Unidos.
Tal como señala el nuevo estudio "los estadounidenses están muriendo en números cada vez más grandes debido a sobredosis de analgésicos opioides".
"La forma como se ha disparado este abuso y dependencia a los analgésicos recetados, combinado con el incremento en las ventas de esos fármacos, han contribuido al aumento en las sobredosis y las muertes" agrega.
Los investigadores encontraron que para fines de 2001 se habían creado en 16 estados del país programas de vigilancia de prescripción de fármacos. Hoy 41 estados tienen estos programas en operación.
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