Los científicos, que publicaron sus hallazgos en la revistaScience, utilizaron una nueva técnica para analizar el ADN de una niña que vivió hace unos 80.000 años.
La imagen del genoma es tan preciso como los mapas de genomas de las personas que viven en la actualidad y muestra que la niña tenía ojos y cabello marrones y piel oscura.
Se trata del análisis genético más detallado de los miembros de una comunidad conocida como Denisovans.
Uno de los investigadores, el doctor Svante Paabo, señaló que el estudio le permite a los científicos establecer comparaciones genéticas entre los seres humanos modernos y sus ancestros más cercanos ya extintos.
Un pequeño fragmento del hueso del dedo de una niña que se halló en una cueva de Siberia permitió que los científicos trazaran y descifraran su código genético.
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