Durante años parejas de todo el mundo han decorado el puente con candados que simbolizan su amor eterno.
La tradición fue inspirada por un libro del novelista Federico Moccia en donde una pareja coloca un candado alrededor de un poste y arrojan las llaves en el Río Tíber, un gesto que simboliza a la pareja amándose eternamente.
La idea tuvo éxito y por eso es posible encontrar aglomeraciones de candados en otras ciudades italianas.
Pero ahora la alcaldía de Roma cree que las cerraduras oxidadas están causando daños a la estructura del puente.
Esta no es la primera vez que las autoridades italianas intentan acabar con la tradición.
El año pasado, el ayuntamiento comenzó una jornada de extracción de candados después de que fuesen reportadas quejas de residentes, que asociaron el acto con vandalismo.
En 2007, el alcalde de Roma para ese entonces, implementó una multa de US$60 para las parejas que fuesen encontradas colocando candados en el puente.
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