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sábado, 8 de septiembre de 2012

El screening de parto prematuro espontáneo permite detectar precozmente entre las 20 y 24 semanas de gestación a las mujeres propensas a dar a luz antes de las 34 semanas y así poder aplicar las medidas necesarias para prevenir esta complicación La implementación de un screening universal a las 20-24 semanas de gestación identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un parto antes de las 34 semanas y permitirá el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal que reduce el riesgo un 45% en este grupo de pacientes. Del 6 al 8 de septiembre se lleva a cabo el 58° Congreso Argentino de Radiología y el 16° Congreso Argentino de Ecografía y Ultrasonografía y el 15° Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Radiología Pediátrica (S.L.A.R.P.). En este contexto se abordará como uno de los temas centrales, la importancia del screening y prevención del parto prematuro. “El parto prematuro es la primera causa de muerte en niños menores de 5 años: 7 de cada 10 muertes infantiles ocurren durante del primer mes de vida y de estas, 5 son consecuencia del nacimiento prematuro. Una gran proporción de los que sobreviven a un parto antes de las 34 semanas lo hace lamentablemente con secuelas neurológicas permanentes y discapacitantes”, señaló el doctor Adolfo Etchegaray, director de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral y miembro de la SAEU, a cargo de la disertación en el congreso.. A pesar de los importantes avances en obstetricia y neonatología, la tasa de parto prematuro no disminuyó en las últimas décadas, manteniéndose globalmente en un 9% de los nacimientos. Las mejoras en la sobrevida obtenidas fundamentalmente mediante nuevas terapéuticas neonatales beneficiaron sobre todo a los prematuros que nacen por encima de las 28 semanas. Hasta hace unos pocos años no existía una metodología efectiva que permitiera identificar precozmente a las embarazadas en mayor riesgo. La presencia de antecedentes personales o factores de riesgo sólo está presente en un 15% de las mujeres destinadas a tener un parto prematuro espontáneo, por lo que la historia obstétrica no es útil como estrategia de screening poblacional. El screening o cribado prenatal es una metodología diagnóstica que permite seleccionar precozmente a aquellas pacientes en riesgo para complicaciones obstétricas y enfermedades fetales con la intención de ofrecer estudios más especializados, modificar el seguimiento obstétrico e indicar tratamientos profilácticos. Otros ejemplos de screening prenatal son el screening de enfermedades cromosómicas, el de cardiopatías congénitas y el de preeclampsia. La predicción del parto prematuro permite aplicar intervenciones para reducir las tasas de esta complicación y potencialmente mejorar los resultados perinatales. En los últimos años se demostró que el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal reduce el riesgo de nacimiento prematuro tanto en mujeres con antecedentes como en aquellas con un cuello uterino corto en ecografía. En aquellas con antecedentes de más de 2 partos prematuros a edades gestaciones menores a la viabilidad fetal, puede ser efectiva la realización de un cerclaje cervical, que es una cirugía simple que refuerza el cuello del útero. La estrategia más eficaz para predecir y prevenir el parto prematuro es entonces la implementación de un screening universal a las 20-24 semanas de gestación mediante cervicometría transvaginal. Esta conducta identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un parto antes de las 34 semanas y permitirá el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal, que reduce el riesgo un 45% en este grupo de pacientes. Dos trabajos publicados en los últimos años han demostrado que esta estrategia es costoefectiva. Las pacientes con antecedente de un parto prematuro anterior deberían recibir progesterona vaginal desde las 12 semanas y ser evaluadas serialmente con cervicometrías para decidir la necesidad de un realizar un cerclaje cervical. Otras estrategias profilácticas comúnmente utilizadas tales como el reposo en cama, suplementos dietéticos, tocolíticos orales y cambios en el estilo de vida no han demostrado ser eficaces en la prevención del parto prematuro espontáneo. Lamentablemente, ninguna de las intervenciones mencionadas demostró ser útiles para reducir el riesgo de parto prematuro en los embarazos múltiples. De hecho, el cerclaje cervical duplica el riesgo de parto prematuro en este grupo y una revisión sistemática publicada este mes sugirió que el uso de progesterona en embarazos dobles se asocia a una mayor mortalidad perinatal. “La realización de un screening de parto prematuro a todas las pacientes que consultan a las 22 semanas requiere sólo de entrenamiento especializado al personal de salud y un equipo de ecografía convencional (diagnóstico por imágenes) con transductor transvaginal, instrumental habitualmente disponible en la mayoría de los centros de salud”, declaró Alfredo Buzzi, presidente de la Sociedad Argentina de Radilogía.


El screening de parto prematuro espontáneo permite detectar precozmente entre las 20 y 24 semanas de gestación a las mujeres propensas a dar a luz antes de las 34 semanas y así poder aplicar las medidas necesarias para prevenir esta complicación
La implementación de un screening universal a las 20-24 semanas de gestación identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un parto antes de las 34 semanas  y permitirá el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal que reduce el riesgo un 45% en este grupo de pacientes.
Del 6 al 8 de septiembre se lleva a cabo el 58° Congreso Argentino de Radiología y el 16° Congreso Argentino de Ecografía y Ultrasonografía y el 15° Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Radiología Pediátrica (S.L.A.R.P.). En este contexto se abordará como uno de los temas centrales, la importancia del screening y prevención del parto prematuro.
“El parto prematuro es la primera causa de muerte en niños menores de 5 años: 7 de cada 10 muertes infantiles ocurren durante del primer mes de vida y de estas, 5 son consecuencia del nacimiento prematuro. Una gran proporción de los que sobreviven a un parto antes de las 34 semanas lo  hace lamentablemente  con secuelas neurológicas permanentes y discapacitantes”, señaló el doctor Adolfo Etchegaray, director de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral y miembro de la SAEU, a cargo de la disertación en el congreso..
A pesar de los importantes avances en obstetricia y neonatología, la tasa de parto prematuro no disminuyó en las últimas décadas, manteniéndose globalmente en un 9% de los nacimientos. Las mejoras en la sobrevida obtenidas fundamentalmente mediante nuevas terapéuticas neonatales beneficiaron sobre todo a los prematuros que nacen por encima de las 28 semanas.
Hasta hace unos pocos años no existía una metodología efectiva que permitiera identificar precozmente a las embarazadas en mayor riesgo. La presencia de antecedentes personales o factores de riesgo sólo está presente en un 15% de las mujeres destinadas a tener un parto prematuro espontáneo, por lo que la historia obstétrica no es útil como estrategia de screening poblacional.
El screening o cribado prenatal es una metodología diagnóstica que permite seleccionar precozmente a aquellas pacientes en riesgo para complicaciones obstétricas y enfermedades fetales con la intención de ofrecer estudios más especializados, modificar el seguimiento obstétrico e indicar tratamientos profilácticos. Otros ejemplos de screening prenatal son el screening de enfermedades cromosómicas, el de cardiopatías congénitas y el de preeclampsia.
La predicción del parto prematuro permite aplicar intervenciones para reducir las tasas de esta complicación y potencialmente mejorar los resultados perinatales. En los últimos años se demostró que el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal reduce el riesgo de nacimiento prematuro tanto en mujeres con antecedentes como en aquellas con un cuello uterino corto en ecografía. En aquellas con antecedentes de más de 2 partos prematuros a edades gestaciones menores a la viabilidad fetal, puede ser efectiva la realización de un cerclaje cervical, que es una cirugía simple que refuerza el cuello del útero.
La estrategia más eficaz para predecir y prevenir el parto prematuro es entonces la implementación de un screening universal a las 20-24 semanas de gestación mediante cervicometría transvaginal. Esta conducta identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un parto antes de las 34 semanas  y permitirá el tratamiento profiláctico con progesterona vaginal, que reduce el riesgo un 45% en este grupo de pacientes. Dos trabajos publicados en los últimos años han demostrado que esta estrategia es costoefectiva.
Las pacientes con antecedente de un parto prematuro anterior deberían recibir progesterona vaginal desde las 12 semanas y ser evaluadas serialmente con cervicometrías para decidir la necesidad de un realizar un cerclaje cervical.
Otras estrategias profilácticas comúnmente utilizadas tales como el reposo en cama, suplementos dietéticos, tocolíticos orales y cambios en el estilo de vida no han demostrado ser eficaces en la prevención del parto prematuro espontáneo.
Lamentablemente, ninguna de las intervenciones mencionadas demostró ser útiles para reducir el riesgo de  parto prematuro en los embarazos múltiples. De hecho, el cerclaje cervical duplica el riesgo de parto prematuro en este grupo y una revisión sistemática publicada este mes sugirió que el uso de progesterona en embarazos dobles se asocia a una mayor mortalidad perinatal.
“La realización de un screening de parto prematuro a todas las pacientes que consultan a las 22 semanas requiere sólo de entrenamiento especializado al personal de salud y un equipo de ecografía convencional (diagnóstico por imágenes) con transductor transvaginal, instrumental habitualmente disponible en la mayoría de los centros de salud”, declaró Alfredo Buzzi, presidente de la Sociedad Argentina de Radilogía.

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