En total, 22 agentes pastorales murieron de forma violenta, la mayoría en América Latina, mientras otros siguen secuestrados o desaparecidos. Es el doble que en 2012, según informa la Santa Sede
Como todos los años, las Obras Misionales Pontificias dan a conocer, a través de la su agencia de noticias Fides, el número de religiosos y laicos misioneros asesinados en el mundo.Pese a no ser escenario de guerras civiles o de represión religiosa, como sucede en otras regiones del mundo, América Latina es el continente donde han tenido lugar la mayor parte de estas muertes, en especial en Colombia y México.
La agencia Fides evita usar el término "mártires", ya que no siempre están claras las circunstancias en que han tenido lugar estas muertes y para no adelantar juicios sobre personas a las que quizá más adelante la Iglesia decida beatificar.
Por quinto año consecutivo, el mayor número de agentes pastorales asesinados se registró en América Latina, y en Colombia en primer lugar. En 2013, murieron de forma violenta 19 sacerdotes, una religiosa y dos laicos. En América latina fueron asesinados 15 sacerdotes (7 en Colombia, 4 en México, uno en Brasil, uno en Venezuela, uno en Panamá y uno en Haití). En África, las muertes se distribuyen así: un sacerdote asesinado en Tanzania, una religiosa en Madagascar, una laica en Nigeria. Asia: un sacerdote en India y uno en Siria; un laico en las Filipinas; en Europa ha sido asesinado un sacerdote en Italia.
El Consejo Pontificio para las Misiones en el mundo expresó su gran preocupación por el destino de muchos otros agentes pastorales secuestrados o desaparecidos, de los que no ha tenido noticias, como los tres sacerdotes congoleños Agustinos de la Asunción, secuestrados en Kivu del Norte, República Democrática del Congo, en octubre de 2012, y de un sacerdote colombiano desaparecido desde hace meses. Además, en Siria, han desaparecido el sacerdote jesuita italiano Paolo Dall'Oglio y los dos obispos metropolitanos de Alepo - el greco ortodoxo Boulos al-Yazigi y el sirio ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim.
En cambio, hace pocos días, fue liberado el padre Georges Vandenbeusch, sacerdote francés que había sido secuestrado el 13 de noviembre en su parroquia natal de Nguetchewe, Camerún.
A partir de la información disponible, la agencia concluye que la mayoría de los agentes pastorales asesinados en 2013, lo fueron como resultado de intentos de robo, y en algunos casos agredidos con mucha saña, lo que se considera una señal del clima de decadencia moral, pobreza económica y cultural, que genera violencia y desprecio por la vida humana. Todos estos religiosos o laicos desarrollaban su tarea evangélica en estos difíciles contextos humanos y sociales.
Beatificaciones
En varias ocasiones, el papa Francisco se ha referido a los cristianos perseguidos por su fe y ha recordado a quienes viven en países en los que no se respeta la libertad religiosa. La última vez fue el 26 de diciembre pasado al rezar el ángelus en el día de San Esteban, primer mártir cristiano. "Estoy seguro de que los mártires son más numerosos hoy que en los primeros tiempos de la Iglesia", dijo el Papa, en referencia los muchos fieles que han pagado con su vida su profesión de fe. Pocas horas antes, en Bagdad, Irak, un atentado con coche bomba contra una iglesia durante la misa de Navidad había enlutando esa celebración cristiana causando más de 30 muertes.
En efecto, a las listas provisionales elaborados anualmente por la Agencia Fides, y que conciernen sólo a los agentes pastorales, hay que añadir la larga lista de los muchos de los que tal vez nunca se conozcan los nombres y que sufren persecuciones a causa de su fe. De hecho, según los analistas internacionales, los cristianos son hoy los más afectados por este tipo de violencias.
En el año 2013, la Iglesia ha abierto el proceso de beatificación de seis misioneras italianas de las Hermanas Pobres de Bérgamo, que murieron en el Congo en 1995 por haber contraído el virus ebola al negarse a abandonar a una población carente de asistencia sanitaria.
Además, se completó la fase diocesana del proceso de beatificación de Luisa Mistrali Guidotti, miembro de la Asociación Femenina Médico Misionera, asesinada en 1979 en la entonces Rhodesia. También se ha iniciado la beatificación del padre Mario Vergara, misionero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME), y del catequista laico Isidoro Ngei Ko Lat, asesinado por odio a la fe en Myanmar en 1950.
Finalmente, cabe recordar que, a poco de iniciado su pontificado, el 25 de abril de 2013, el papa Francisco beatificó al sacerdote siciliano Pino Puglisi, asesinado en 1993 por la mafia en venganza por su trabajo misionero con los jóvenes, a los que trataba de alejar de la droga.
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