Sandow nació en Prusia en 1867. Durante su juventud viajó por Europa participando en competencias de lucha.
Su gran oportunidad llegó en el Reino Unido, en una compleja competición para encontrar el hombre más fuerte del mundo, "el equivalente Victoriano de el Factor X", comparó Waller.
"Él era un hombre de apariencia normal. Pero cuando se quitaba la ropa, ante el asombro de la audiencia, aparecía su espectacular torso".
"De inmediato consiguió un contrato en la escena musical de Londres y se convirtió en una celebridad instantánea", recordó.

Como una sensación del music hall, las salas de espectáculos que dominaban la escena nocturna en Londres, Sandow demostró su fuerza doblando barras de hierro, rompiendo cadenas y cargando caballos y soldados en su espalda.
Hacia final del siglo, las salas de música estaban sufriendo una transformación y se estaban convirtiendo en recintos algo más respetable.

Sandow disfrutaba de los elogios que recibía de las mujeres, y también de los hombres, de la época.
"Con el cambio de siglo hubo una mayor mezcla de clases sociales, con la presencia de muchas damas, quienes detrás de la etiqueta Victoriana, mostraban que todavía eran humanas", explicó la historiadora y presentadora de televisión Tessa Dunlop.
Fue cuando Sandow se convirtió rápidamente en un símbolo sexual.
Las damas estaban dispuestas a pagar extra para poder tener sesiones exclusivas detrás del escenario, donde eran animadas a tocar los músculos. Pero no sólo eran mujeres y se cree que Sandow también era admirado por hombres. Incluso circularon rumores que fue un conquistador bisexual, pero por después de su muerte, su viuda y sus hijas quemaron todo lo relacionado con su vida personal.
"Creo que se logró lo que quería, mostrar al cuerpo como una expresión de salud y respeto", agregó Waller. "Él creó una moda para la cultura física".
Sandow buscó capitalizar su éxito al patentar sus propias pesas, establecer cursos de supervisión personal en su Instituto de Cultura Física y con la publicación de su propia revista mensual con consejos y sugerencias sobre cómo lograr su físico.
Cambio de gusto
Sus métodos y mercadeo habrían encajado bien en la actualidad.
"Los hombres son conscientes de cómo se ven, hay tendencias que las demás personas siguen, pero también se trata que la gente quiere estar saludable", comentó Mike Shallcross, editor adjunto de la revista Men´s Health.
"Durante mucho tiempo, el ideal era David Beckham, muy delgado y tonificado, pero en los últimos años, quienes aparecen en las portadas son un poco más grandes, pero aún siguen siendo atléticos".

Las características de los "cuerpos perfectos" cambian con el tiempo.
"En este momento es el aspecto más rudo el que parece atraer a la gente, como Daniel Craig y Tom Hardy".
Sandow tenía un sistema de entrenamiento bastante científico, que se basaba en unos 18 ó 19 ejercicios con pesas, además de jactarse de tener seguidores famosos como James Joyce, William Butler Yeats e incluso la familia real, dice Waller.
Se le consideraba tan perfecto que el Museo de Historia Natural tomó un molde de yeso de su cuerpo como una representación ideal de la virilidad caucásica.
No fue extraño que los hombres querían imitarlo.
Sus bíceps medían 49,5 centímetros y sus muslos eran del tamaño de los del ciclista británico Chris Hoy, quien es el deportista que más medallas olímpicas ha obtenido para el Reino Unido. Pero lo que quizás más llamaba la atención era sus abdominales con ocho cuadros y su pecho, que de 122 centímetros lo podía flexionar hasta 157.
Sólo hace falta dar un leve vistazo en las revistas para hombres para ver que sus abdominales siguen siendo deseables en la actualidad.

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