Desde su construcción alrededor del año 504 antes de Cristo (a.C), ha sido difícil pasar por alto el Templo de Apolo en Corinto, localizado aproximadamente a 80 kilómetros al suroeste de Atenas, capital de Grecia.
Eso, si lo visitabas durante el día.
Eso cambió la noche del pasado domingo cuando la popular atracción turística fue iluminada por primera vez.
Eso cambió la noche del pasado domingo cuando la popular atracción turística fue iluminada por primera vez.
El proyecto para iluminar el templo comenzó en el verano de 2012, con un estudio realizado por el 17 Éforo de Antigüedades Prehistóricas y Clásicas, que supervisa la protección, conservación y administración de la herencia helénica en el área.
“Todos los parámetros relacionados con la conservación de energía fueron tomados en cuenta, y se hicieron intentos para evitar la contaminación lumínica (...) El templo (está) iluminado de tal forma que será fácil redirigirlo en caso de restauración”, según Greek Reporter.
Las impresionantes columnas y otros restos del templo dórico están asentados en una terraza elevada con vistas impresionantes del área ocupada por la ciudad antigua, que fue destruida tras una serie de terremotos, el último en 1858.
El templo es una atracción histórica importante y uno de los lugares favoritos de los turistas para tomar fotografías.
La antigua Corinto fue alguna vez la ciudad más grande y el puerto más rico en la antigua Grecia.
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