Holly, una gata de 4 años, viajó en noviembre con sus dueños Jack (70) y Bonnie Richter (63) desde Palm Beach (Florida) hasta Daytona, en Estados Unidos. Asustada por un show de fuegos artificiales, bajó asustada del auto, salió corriendo y se perdió. Sus dueños esperaron que regresara, pero eso no ocurrió. Imprimieron volantes con la foto de su mascota, denunciaron su pérdida a las autoridades. Pero nada. Y regresaron a su casa sin Holly.
Lo increíble vendría en Año Nuevo cuando una gatita exhausta se desplomó en el patio de una mujer que vive a menos de 20 cuadras de los Richter. Estaba escuálida, deshidratada y con sus uñas gastadas. Era Holly, que había recorrido 320 kilómetros para regresar a casa.
Como el animal tenía un microchip, permitió confirmar que era la mascota de los Richter y así la recuperaron. Apenas se vieron, la gata saltó a los hombros de Jack.
“Todos los animales tienen sentido de orientación, pero es muy raro que los gatos encuentren el camino a casa a través de distancias largas”, dijo el profesional que atendió a Holly. “Es un milagro”. Mientras que otro colega aseguró: “Cualquiera que diga que lo sabe, miente. Pero si lo encuentran, por favor díganme qué fue”.
Lo increíble vendría en Año Nuevo cuando una gatita exhausta se desplomó en el patio de una mujer que vive a menos de 20 cuadras de los Richter. Estaba escuálida, deshidratada y con sus uñas gastadas. Era Holly, que había recorrido 320 kilómetros para regresar a casa.
Como el animal tenía un microchip, permitió confirmar que era la mascota de los Richter y así la recuperaron. Apenas se vieron, la gata saltó a los hombros de Jack.
“Todos los animales tienen sentido de orientación, pero es muy raro que los gatos encuentren el camino a casa a través de distancias largas”, dijo el profesional que atendió a Holly. “Es un milagro”. Mientras que otro colega aseguró: “Cualquiera que diga que lo sabe, miente. Pero si lo encuentran, por favor díganme qué fue”.
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