La lepra fue uno de los principales flagelos en el pasado. Pero lejos de estar relegada a los libros de historia, cada año surgen unos 200.000 nuevos casos de esta enfermedad infecciosa.
Y pese a que en la actualidad existe un tratamiento eficaz con antibióticos, las personas que viven en comunidades remotas suelen recibir diagnósticos errados, por lo que la afección les deja secuelas permanentes.
Pero ahora, una nueva prueba que se puede comprar por "el precio de un helado" podría ayudar a los médicos a detener el avance de la lepra.
Celio Marques tenía 16 años cuando sintió por primera vez un dolor agudo y debilidad en las manos y los pies.
Tenía los síntomas tempranos de la lepra, pero le dieron un tratamiento para el reumatismo durante tres años, lo que permitió que la enfermedad se extendiese.
Cuando finalmente, a los 20 años, le dieron el diagnóstico correcto, Marques pensó que su vida había acabado.
"De vuelta al médico, me dijo que tenía una enfermedad que mataba, que hacía que se te cayeran las extremidades. Me pidió que me fuera. Yo estaba desesperado y traté de matarme, pero después supe lo que la enfermedad es de verdad y cómo tratarla".
Han pasado ya 30 años desde entonces. Marques vive en Río de Janeiro y está completamente curado de la lepra. Pero ha tenido que aprender a lidiar con los daños que le provocó el diagnóstico tardío.
Sus dedos están curvados hacia adentro y tiene movilidad reducida en las manos y en los pies. Además, perdió las cejas y tiene las orejas hinchadas.
Probablemente, un diagnóstico temprano le hubiera evitado todos estos problemas.
Un problema moderno
El dispositivo con el que se hace la prueba tiene un tamaño similar a la mitad de una tarjeta de crédito y contiene una tira reactiva -en la que se pone la gota de sangre del paciente- que detecta los anticuerpos producidos para combatir al infección.
Al igual que un test de embarazo, tiene dos líneas: una para un resultado positivo y otra para un resultado negativo.
Con una precisión de aproximadamente el 90%, detecta la mayoría de las fases tempranas de la lepra.
En el 10% de los casos restantes, asegura Collovati, los pacientes producen muy pocos anticuerpos como para poder ser detectados.
El gobierno brasileño va a probar este dispositivo en dos de las áreas con mayor incidencia de la enfermedad antes de ser adoptado a nivel nacional.
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La vida de Celio Marques cambió radicalmente por la lepra. Pero ahora tiene esperanza de que la nueva prueba les ayude a otros a encontrar tratamientos sin el sufrimiento y el dolor que él tuvo que padecer.
Cinco años después de que le detectaran la enfermedad, lo catalogaron como inválido y lo echaron de su trabajo en el sector de la construcción.
En ese momento, a Marques le ayudó conocer a gente con problemas similares en una organización de Río de Janeiro que ayuda a pacientes con lepra. Hoy ayuda a otros a entender la enfermedad y cómo se trata.
"Tratar la enfermedad hoy es fácil. El problema es cuando causa daños. Si yo lo hubiera sabido antes no tendría estas marcas, lamenta".
La lepra es una afección que aterroriza a la gente desde tiempos bíblicos. La esperanza ahora es que pase a convertirse en algo exclusivamente del pasado.
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