Su desarrollo costó más de 380.000 dólares y no incluye una guarnición de papas a la francesa.
Sin embargo, la primera hamburguesa de probeta del mundo —que se cultivó en un laboratorio con células madre de vaca— se servirá la semana próxima en Londres.
La hamburguesa se hizo con 20,000 tiras de carne de cultivo combinada con grasa animal desarrollada en un laboratorio. Su cultivo tardó nueve semanas y costó 250,000 libras esterlinas (poco menos de cinco millones de pesos). El científico que está detrás del proyecto espera que la carne cultivada en laboratorio pueda ofrecer una solución al problema de la demanda mundial de carne y proteínas.
La hamburguesa se hizo con 20,000 tiras de carne de cultivo combinada con grasa animal desarrollada en un laboratorio. Su cultivo tardó nueve semanas y costó 250,000 libras esterlinas (poco menos de cinco millones de pesos). El científico que está detrás del proyecto espera que la carne cultivada en laboratorio pueda ofrecer una solución al problema de la demanda mundial de carne y proteínas.
Mark Post, de la Universidad de Maastricht, en Holanda, dedicó dos años a investigar la iniciativa.
“No hay duda de que sería revolucionaria en la forma en la que producimos los alimentos básicos”, dijo.
Se requieren entre ocho y nueve semanas para producir una sola hamburguesa con células madre. “Depende de cuántos recursos se dediquen a la producción de carne de cultivo. La células siempre necesitan todo este tiempo para multiplicarse, pero podríamos producir un millón de hamburguesas en este lapso si se dedicaran suficientes recursos a la producción”, dijo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demanda de carne se duplicará durante los próximos 40 años, pero los métodos actuales de producción no son sostenibles. Post dijo que la producción de carne sintética también ayudaría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a abordar los problemas de bienestar de los animales.
Los científicos creen que la carne artificial podría venderse en supermercados en un plazo de cinco a 10 años. “Hay que poner el énfasis en ‘podría’”, advirtió Post. “Cinco años podría ser demasiado pronto y 10 años suena más realista si dedicamos muchos recursos para impulsar la producción de la carne de cultivo”.
Su investigación de la carne sintética recibe el financiamiento del gobierno holandés, además de un donativo anónimo por 300,000 euros (296.000 dólares). La hamburguesa se cocinará y se comerá en público la semana próxima en Londres, en un lugar que todavía no se revela.
“La presentación de la semana próxima será la prueba del concepto”, dijo Post. “Desde luego no hemos llegado al punto de hacer un producto eficiente y barato. Pero quiero demostrar que se puede hacer para que la gente vea: ‘Sí, la puedes comer; sí, sabe bien’”.
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