Expertos en seguridad alimentaria de toda Europa tienen una cita este viernes en Bruselas para hablar sobre el escándalo de la carne de caballo que afecta a una serie de países.
Los expertos diseñarán planes detallados para llevar a cabo durante las próximas semanas pruebas de ADN en productos alimenticios etiquetados como carne de res. El objetivo es determinar cuántos contienen carne de caballo.
Pruebas posteriores buscarán la presencia de "bute", un calmante utilizado por los veterinarios.
Los resultados no se esperan antes de mediados de abril.
Una empresa francesa ya ha sido acusada de vender, con conocimiento de ello, carne de caballo como si fuera de res.
En fábricas de productos cárnicos de Reino Unido tres hombres fueron detenidos bajo sospecha de fraude, y los supermercados de Alemania comenzaron a retirar de la venta comida preparada congelada.
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