Millones de personas podrían estar mal etiquetados como enfermos mentales cuando la "biblia" de los diagnósticos de psiquiatría que se usa en todo el mundo para clasificar los trastornos mentales, el 'Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría de los Trastornos Mentales (DSM-5)', se actualice en mayo, puesto que incluirá una nueva categoría de trastorno de síntoma somático.
En la edición de esta semana de 'BMJ', Allen Frances, presidente del grupo de trabajo actual de la guía (DSM-IV) advierte que la definición en DSM-5 del trastorno del síntoma somático "puede generar diagnósticos inadecuados de trastorno mental y la toma de decisión médica inadecuada".
La nueva categoría extenderá el alcance de la clasificación de los trastornos mentales al eliminar la exigencia de que los síntomas somáticos deben ser "médicamente inexplicables", explica.
En DSM-5, el enfoque cambia a "excesivas" respuestas a angustiantes síntomas somáticos crónicos, con sus correspondientes "pensamientos disfuncionales, sentimientos o comportamientos."
El trastorno de síntoma somático afecta al 15 por ciento de los pacientes con cáncer o enfermedades del corazón y un 26 por ciento con síndrome de intestino irritable o fibromialgia y hubo una tasa muy alta de falsos positivos del 7 por ciento entre las personas de salud en la población general. Este experto señala que en los anteriores criterios del DSM "siempre han incluido recordatorios a los médicos para que descarten otras explicaciones antes de concluir que cualquier trastorno mental está presente", pero sus sugerencias a los grupos de trabajo para el DSM-5 de que recordatorios similares se incluyeran en esta ocasión fueron rechazadas.
Cada decisión diagnóstica es un delicado acto de equilibrio entre las definiciones que resultarán en diagnósticos de demasiado poco frente a en exceso, pero el grupo de trabajo para el DSM-5 "eligió una definición muy sensible que también es muy inespecífica", advierte Frances. A su juicio esto refleja "una tendencia constante en el DSM-5 a ampliar los límites de diagnóstico psiquiátrico", lo que cree que no pone la suficiente atención a los consiguientes riesgos de un "etiquetado incorrecto de falsos positivos".
"El diagnóstico en DSM-5 del trastorno de síntoma somático se basa en conocimientos subjetivos y difíciles de medir que permiten un "diagnóstico de trastorno mental que se aplicará a todas las condiciones médicas, independientemente de la causa", concluye.
En la edición de esta semana de 'BMJ', Allen Frances, presidente del grupo de trabajo actual de la guía (DSM-IV) advierte que la definición en DSM-5 del trastorno del síntoma somático "puede generar diagnósticos inadecuados de trastorno mental y la toma de decisión médica inadecuada".
La nueva categoría extenderá el alcance de la clasificación de los trastornos mentales al eliminar la exigencia de que los síntomas somáticos deben ser "médicamente inexplicables", explica.
En DSM-5, el enfoque cambia a "excesivas" respuestas a angustiantes síntomas somáticos crónicos, con sus correspondientes "pensamientos disfuncionales, sentimientos o comportamientos."
El trastorno de síntoma somático afecta al 15 por ciento de los pacientes con cáncer o enfermedades del corazón y un 26 por ciento con síndrome de intestino irritable o fibromialgia y hubo una tasa muy alta de falsos positivos del 7 por ciento entre las personas de salud en la población general. Este experto señala que en los anteriores criterios del DSM "siempre han incluido recordatorios a los médicos para que descarten otras explicaciones antes de concluir que cualquier trastorno mental está presente", pero sus sugerencias a los grupos de trabajo para el DSM-5 de que recordatorios similares se incluyeran en esta ocasión fueron rechazadas.
Cada decisión diagnóstica es un delicado acto de equilibrio entre las definiciones que resultarán en diagnósticos de demasiado poco frente a en exceso, pero el grupo de trabajo para el DSM-5 "eligió una definición muy sensible que también es muy inespecífica", advierte Frances. A su juicio esto refleja "una tendencia constante en el DSM-5 a ampliar los límites de diagnóstico psiquiátrico", lo que cree que no pone la suficiente atención a los consiguientes riesgos de un "etiquetado incorrecto de falsos positivos".
"El diagnóstico en DSM-5 del trastorno de síntoma somático se basa en conocimientos subjetivos y difíciles de medir que permiten un "diagnóstico de trastorno mental que se aplicará a todas las condiciones médicas, independientemente de la causa", concluye.
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