Mario Pergolini, Andrés Calamaro, Palito Ortega y figuras de política y de la cultura argentina hablaron con la revista Rolling Stone sobre el Pontífice. La próxima semana se cumple un año de su elecciónAlgunos de los políticos, historiadores, músicos, comunicadores y
personas de la cultura más conocidos del país dieron su punto de vista
de la última tapa de la revista de rock más importante del mundo, que
protagoniza el papa Francisco a propósito de su primer año de su gestión
al frente de la Iglesia Católica.
El Padre "Pepe" di Paola,
uno de los amigos de Francisco, comentó que lo conoció a Bergoglio
cuando trabajaba en las villas, a fines de los ´90. "Él era el único
líder que se acercaba. Cuando le dije: ´Jefe, los narcotraficantes me
amenazaron de muerte´, él se sentó con cara de preocupado y me contestó:
´Si alguien tiene que morir por esto, soy yo, y no alguno de ustedes´. Eso lo pinta como es. Vi la tapa de la revista por internet: uno de los chicos del barrio donde trabajo me contó que había salido. Me gustó verlo ahí y me parece bueno, pero no me sorprendió, porque su mensaje trasciende todos los ámbitos. Desde la cercanía, hemos
experimentado su compromiso, su simpleza y su intento de que la gente
aprenda de los pobres. Puedo dar testimonio de que este Papa es fiel a
su estilo".
El historiador Felipe Pigna dijo
haberse sorprendido cuando lo vio en la tapa de la revista. Confesó que
allí entendió que habían cambiado algunas cosas. "La figura de un Papa
no era representativa para el mundo del rock o de los jóvenes desde,
probablemente, Juan XXIII, que de alguna manera está presente en Sgt.
Pepper (la tapa del disco más logrado de The Beatles). Y eso tiene que
ver con el alejamiento que tuvo el catolicismo del pensamiento y las
necesidades de los jóvenes. Francisco, que no es un hombre
progresista en todos los términos de la palabra, sí viene a traer un
aire nuevo al Vaticano, una institución que está totalmente podrida.
Esta revisión que plantea me parece que termina en una necesaria
autocrítica que estamos esperando desde 1810 de la Iglesia Católica
argentina".
También el periodista Victor Hugo Morales se
refirió al presente del ex arzobispo de Buenos Aires: "Es una figura
mediática como pocas veces ha tenido la Iglesia, quizá nunca. Uno puede compartir su discurso contra el capitalismo y la acumulación de riquezas, y eso él lo ha sabido aprovechar de una manera estupenda a lo largo del último año. De todos modos, me parece que el verdadero papado de Francisco comienza ahora,
tras el durísimo documento que emitió la ONU, mencionando no sólo los
graves problemas que la Iglesia tiene en relación con la pedofilia, sino
también los atrasos a los que ha contribuido en todas sus etapas. Es
ahora que Francisco tendrá que tomar una dirección entre lo que ha
sido su discurso simpático y llegador, y las viejas posturas de la
institución que representa. Yo soy pesimista. Dudo mucho de que
llegue a ver a la Iglesia acompañando la despenalización del aborto o el
matrimonio igualitario antes de morirme".
El diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa,
destacó que "Francisco viene a ofrecerle al mundo un cambio profundo,
mediante la construcción de una Iglesia que esté más cerca de la gente".
"Me parece que es un cambio importante. ¿Qué viene a traer el Papa a
Argentina? La concordia, la unidad en la diversidad, por su historia
personal y por su forma de conducirse. Es el argentino más importante de
los últimos doscientos años", añadió.
Para el juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, el Papa "es, ante todo y después de todo, un buen tipo". "Siempre lo he sabido una persona jugada por los más pobres.
No me sorprende lo que hace y dice. No es una cuestión religiosa: nadie
puede negar que su mensaje es universal. Creo que su figura se va
convirtiendo en un símbolo para la juventud, va dando una nota de
dinámica histórica y cultural. Por causas nobles se mete en problemas
todos los días, cuando podría cómodamente ahorrárselos. En una etapa
mundial de orfandad de lideratos, me parece que tiene todas las condiciones para convertirse en un símbolo".
El locutor Mario Pergolini
opinó que "Francisco tiene una actitud rockera, de patear el tablero,
de sorprender con la declaración inesperada" y hasta estimó que "si se drogara, estaría muy cerca de Noel Gallagher".
"En esa informalidad, los nuevos líderes han encontrado un acercamiento
a las masas. En la mesa del domingo, lo primero que sale es decir: ´Qué
bien este tipo, cómo vuelve a la esencia del cristianismo´. OK, ¿pero
cuál es el cambio verdadero? ¿De qué sirve una revolución dentro del
cristianismo? Claro que siempre es mejor alguien decente, y prefiero
cien mil Franciscos antes que un Ratzinger. El representa a una
entidad poderosa en una época en la que Occidente busca espiritualidad
por fuera: meditemos, respiremos, seamos buenos, no porque lo dice un
Dios, sino porque tenemos que hacerlo. ¿Contribuye? Sin duda", dijo.
El titular de Red Solidaria, Juan Carr, señaló
que ver al Papa en la portada de Rolling Stone fue "exultante". "Cuando
era joven,era inesperado que estuvieras en misa y que dijeras que te
ibas a un recital de rock, parecía que ibas a dos lugares separados. Por
eso, esa tapa tiene un significado tremendo. Lo que soy se condensó
allí. Yo y los que trabajamos en Red Solidaria soñamos con una revolución por el otro, y el Papa quiere dar la primera revolución en paz. Dios
y la historia pusieron a uno de los nuestros en la mesa chica de las
cinco o diez personas que están definiendo el destino de la humanidad", agregó.
El músico Andrés Calamaro dijo:
"Creo que todos estamos un poco sorprendidos por la buena imagen de
Francisco en un terreno tan delicado como el del Vaticano. Este modelo de Papa tercermundista, jesuita y peronista podría ser positivo para la imagen de la Iglesia,
pero muchos religiosos deben de estar tirándose de los pelos con el
estilo y el mensaje que está impulsando". En ese sentido evaluó que "es el John Kennedy" de los papas del Vaticano. "Todos esperamos más que gestos, y es probable que pronto haga más que mostrarse humilde y simpático. De hecho, la
ONU ya presiona para que ´entregue´a los religiosos acusados de
pedofilia. El clima debe de estar tenso. Si Francisco no nos está
engañando a todos, probablemente sea un papa histórico", indicó.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, contó que la tapa de esa revista le causó "emoción y un gran orgullo" porque "Francisco ha mostrado comprensión y su tarea va más allá de los fines católicos". A su juicio, Bergoglio "busca promover la solidaridad y bajar esa prédica a la vida cotidiana de la gente. Ha marcado tendencia con la participación en la Jornada Mundial de la Juventud,
sus comentarios sobre el narcotráfico, la visita a la isla de
Lampedusa, la preparación de una encíclica sobre el medio ambiente.
Quiere impulsar cambios concretos, reparar las injusticias del
capitalismo salvaje. La profundidad del mensaje no surge de la
teoría, sino de su sensibilidad, fruto de estar cerca de los problemas,
de viajar en subte, de visitar villas y colegios. El es capaz de darle a
un trabajador la misma importancia que a un jefe de Estado".
Ramón "Palito" Ortega también se sorprendió al ver a Francisco en la tapa de Rolling Stone. "Creo que tiene que ver con que evidentemente encendió una luz de esperanza. Es diferente este Papa.
Tiene una actitud que se reclamaba hace muchos años por parte de un
representante de los cristianos. El hecho de que aparezca y, sin
retarlos pero con firmeza, les diga a los sacerdotes de todo el mundo que salgan a la calle, que se acerquen a los más humildes, fue un soplo de aire.
Creo que hasta ahora ha elegido el mejor de los caminos. Confío en que
va a poder impulsar un cambio real. Seguramente no será de un día para
el otro, porque hay que ir contra siglos de historia, pero he notado que
la gente empezó a volver a los templos. Y eso ya tiene un gran significado".
El ex fiscal de la Corte Penal Internacional Luis Moreno Ocampo observó que "en
el siglo XXI estamos comunicados globalmente pero divididos
institucionalmente". Y evaluó que "el Papa, una autoridad moral y
religiosa mundial, ha rectificado cuestiones internas de la Iglesia
Católica y marcado un rumbo que es seguido por gente de todas las
nacionalidades. En Argentina (donde una encuesta de Voices! arrojó que la confianza en la Iglesia pasó del 52% al 65%), esto depende de los argentinos. Y el Papa es el mejor ejemplo. Ojalá pudiera ayudar a articular acción colectiva en el país. Eso sería un verdadero milagro".
El rabino y escritor Abraham Skorka destacó que "el
carisma de Francisco es muy grande, y no es meramente carisma sino que
detrás hay un líder íntegro, que vive de acuerdo con lo que predica,
y me parece una reacción lógica en un mundo donde el descreimiento lo
invade todo y donde, básicamente, las figuras de líderes creíbles
escasean". Y acotó: "Francisco ya está empezando a materializar el
favorecimiento de un diálogo interreligioso y político. Ese es el
desafío que tiene. Para su patria, para su Iglesia, para el mundo".
César Cigliutti, activista por los derechos de homosexuales y presidente de la CHA, fue más crítico: "Francisco mantiene la misma actitud discriminatoria hacia nuestra comunidad
que sus predecesores. Cuando dijo aquella famosa frase de ´¿Quién soy
yo para juzgar?´, noté un cambio de actitud, pero también creo que ¡es
el Papa! De momento, los gestos de Francisco no se reflejan en los sacerdotes de Argentina".
El escritor Martín Kohan opinó que "Francisco en la tapa de Rolling Stone es la confirmación de que ya nada escapa al pop.
Tal vez haya hecho cosas que están entre las mejores que se pueda
llegar a esperar de un papa. Pero, ¿qué puede esperarse de un papa?
En Argentina encendió uno de esos fervores de patriotismo que prenden
tan a menudo entre nosotros, lamentablemente, y un reflujo de
religiosidad que a mí me resulta medieval. Ha impulsado algunos
cambios apreciables en el contexto Vaticano, pero, aun así, ¿cómo podría
cambiar la imagen de la Iglesia en apenas un año, después de tantos
siglos de masacres, ignorancia y persecuciones?".
Martín Caparrós,
periodista y escritor, sostuvo que "si alguien consigue recuperar la
imagen de la Iglesia Católica, lo que hace no es más que devolverle la
posibilidad de hacer daño" y eso "es lo que está logrando Jorge
Bergoglio". "Le reconozco la inteligencia de entender lo que
necesitaba su institución. En ese sentido me parece un representante
inmejorable y un clásico del peronismo. Así como el peronismo pudo
ser neoliberal en los 90 y estatista en los 2000, Bergoglio supo ser
"pobrista" en un momento en el que a la Iglesia se le reprochaba no
haberse alineado con los pobres. No juzgo su sinceridad ni sus
intenciones: me importa lo que hace, que en este caso es liderar la
resurrección de una Iglesia Católica que estaba muy deteriorada!".
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