Un grupo de investigadores dieron a conocer una pintura en spray que se puede rociar sobre cualquier superficie y funciona como batería.
Estas singulares pilas, tal y como describieron sus inventores en la publicación Scientific Reports, están compuestas de distintas capas, cada una con su propia composición y con un grosor de 0,5 mm.
Para demostrar la técnica, el equipo pintó baterías sobre elementos de acero, cristal y cerámica e incluso sobre una jarra de cerveza.
La pintura se aplicó sobre diversos tipos de superficie, incluyendo una jarra de cerveza |
Se cree que el invento podría tener aplicaciones en el sector industrial, al ser compatile con las soluciones de pintura en spray existentes.
Las baterías comunes están compuestas de polos negativos y positivos (el anodo y el catodo), un material para separarlos y un "colector de corriente" en un extremo y en el otro para recoger las corrientes eléctricas que se mueven a través del dispositivo.
Muchas baterías tienen la forma de "brazo de gitano", donde las distintas capas están enrolladas en un cilindro o un rectángulo con ángulos redondeados.
Pero a medida que se desarrollan tecnologías con formas y tamaños imposibles, se hace cada vez más necesaria la existencia de baterías con formas adaptables.
Ya se inventarion las baterías de papel y hay mucho interés en las baterías estructurales que se incorporan, por ejemplo, en la superficie de los vehículos eléctricos.
El nuevo trabajo, realizado por científicos de la Universidad Rice de Texas, en Estados Unidos, ahora ofrece la posibilidad de poner baterías en casi cualquier superficie de una forma muy simple.
La electrónica necesita baterías más adaptables que las tradicionales. |
Pulickel Ajayan y sus colegas del departamento de química, optimizaron la receta para cada una de las cinco capas, empleando mezclas de químicos comunes en las baterías de litio así como nuevos materiales como los nanotubos de carbono, unos pequeños tubos con increíbles propiedades electrónicas.
Pero para que la batería funcione, las cinco capas deben estar juntas y trabajar en sincronía, por lo que el reto era encontrar un material separador que mantuviera todas las capas en una pieza.
Cuando el equipo decidió usar un químico llamado poli-metilmetacrilato de metilo, lograron obtener una estructura que se adaptaba incluso a superficies curvas.
"Esto significa que de los envases tradicionales de baterías hemos dado paso a un enfoque mucho más flexible que permite todo tipo de nuevos diseños y posibilidades de integración para los dispositivos de almacenamiento", explicó el profesor Ajayan.
"Ha habido mucho interés en los últimos tiempos en la creación de fuentes de energía con una forma mejorada, y esto es un gran paso adelante en esa dirección".
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