Su vida cambió sustancialmente cuando en 2009, se resbaló en el pavimento fracturándose la cadera, razón por la cual tuvo que someterse a una cirugía.
Fue después de la operación que el entonces “usualmente risueño” horticultor pasó a responder a todo con una carcajada. Y a su familia ya no le causa ninguna gracia.
“A veces es molesto”, dice Nolda, su esposa durante una entrevista televisiva. “Si uno está discutiendo, él se ríe de todo”.
Lo más curioso es que para el hombre su actitud no ha cambiado. “Tal vez soy la persona más dulce en todo el mundo”, afirma entre risotadas Huug sin poder dejar de reír.
El transtorno de Bosse se debería a un caso de “labilidad emocional”, en la que la persona muestra súbitas descargas emocionales – como llorar, reir, etc- sin razón aparente y sin sufrir de algún transtorno psicológico.
Los sujetos que presentan este estado suelen ser personas que sufren de esclerosis múltiple o lesiones al cerebro, por lo que recomienda que Bosse busque atención médica. Huug probablemente pudo haber sufrido alguna lesión de este tipo durante su operación, aunque hay muy pocas probabilidades.
Y en tal caso, sería el primer hombre en recibir este diagnóstico con una carcajada.
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