Reshma Banu, de 19 años, se sienta en la escalera afuera de la casa de sus padres, mirando la pequeña pantalla de su teléfono celular.
El video en la pantalla la mantiene fascinada: es un video casero muy corto de su bebé, Afreen.
Los momentos ahí capturados son preciosos porque muestran con vida a la única hija de Banu. Afreen murió en el hospital. Tenía tres meses de edad.
Las autoridades aseguran que la bebé fue admitida en el hospital con mordeduras, quemaduras de cigarro y el cuello dislocado.
La policía asegura que fue asesinada por su padre.
La policía asegura que fue asesinada por su padre.
“Después del parto, mi marido vino a verme a mí y al bebé. Dijo: 'Es una niña, ¿por qué tuviste una niña?'".
Él quería un niño, un heredero. Las niñas son demasiado caras, dijo. Un par de días después de dar a luz, Banu recibió un ultimátum de su esposo.
“Por su boda nos pedirán 100.000 rupias (casi 1.800 dólares) por todo el gasto. Si puedes conseguir esa cantidad con tu madre, entonces consérvala, si no puedes, mátala”, dijo Banu recordando las palabras de su esposo.
Ella no creyó que fuera en serio y estaba segura que él cambiaría su forma de pensar una vez que tuviera en sus brazos a la pequeña.
Tres meses después, su bebé está muerta y su esposo está bajo arresto, acusado de golpearla hasta la muerte.
La policía informó que el hombre confesó el asesinato.
La policía informó que el hombre confesó el asesinato.
Sin duda este no es el primer caso de este tipo en India.
Las actitudes, tradiciones y la economía se han unido para que ser una niña en este país sea algo peligroso, aseguran médicos. La mayoría de las niñas son desechadas mucho antes de su nacimiento a través de abortos selectivos.
Las actitudes, tradiciones y la economía se han unido para que ser una niña en este país sea algo peligroso, aseguran médicos. La mayoría de las niñas son desechadas mucho antes de su nacimiento a través de abortos selectivos.
India tiene una creciente brecha de género. El censo de 2011 mostró que por cada 1.000 niños de seis años o menos existen solo 914 niñas. Se trata de la proporción más baja desde la independencia del país, en 1947.
Naciones Unidas ha informado que India es el país más peligroso del mundo para ser una niña. El doctor Anand Krishnan, del Instituto de Ciencias Médicas de India, quien ha estudiado las diferencias de género por años, está de acuerdo.
“Sí, esto es principalmente desde el punto de vista de las estadísticas de mortalidad de niñas contra niños”, dijo a CNN.
Los abortos selectivos por género son ilegales en India, pero aún suceden a un ritmo alarmante, aseguró.
Su estudio muestra una tendencia sorprendente: Los abortos por género parecen ser más prevalecientes entre la población educada y establecida que entre los pobres y no educados. Pese a su gran prosperidad, no han cambiado su mentalidad y tienen dinero para pagar ultrasonidos y abortos.
“Un niño es visto como una mejor inversión. Prefieren niños”, dijo Krishnan.
La explicación sigue esta lógica: en las familias indias tradicionales los hombres se casan y llevan a su esposa a vivir a su casa y además se encargan de sus padres. Las chicas, por el contrario, dejan el hogar sin proveer apoyo financiero extra.
Además, la familia de la niña puede ir a la quiebra tratando de pagar una dote para casarla. Aunque están prohibidas en el país, las dotes aún son comunes y tienen diferentes formas en la sociedad india.
La ley india también prohíbe a los doctores decirle a las parejas el sexo de su hijo después de un ultrasonido, pero muchas clínicas rompen la ley y lo hacen.
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