Barbara Lafleur entró desnuda a dos supermercados en Estados Unidos ante la mirada atónita de empleados y clientes. Podría pasar 90 días en la cárcel.
“Nadie quería hablarle. No es una situación en la que uno quiera verse involucrado”, afirmó Bob Eakin, el gerente del comercio, al diario Times Union.
Luego, se dirigió a una tienda más pequeña. “Disculpe señora, ¿sabe que no tiene ropa?”, le preguntó el cajero. “¡Oh, sí! -respondió- Y me siento muy cómoda de esta manera”.
A los pocos minutos fue detenida por la Policía del condado de Saratoga, en el estado de Nueva York.
“Un psiquiatra la examinó y dijo que estaba perfectamente bien.
Es decir, una respuesta muy diferente a la que habían anticipado.
No había consumido drogas ni medicaciones de ningún tipo”, dijo la Policía. “Se trata sencillamente de una persona que cree en la libertad del nudismo. Ésa fue su explicació
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