David Weekes, un taxista londinense, quiere aprovechar los Juegos Olímpicos para hacer dinero.
Y no tuvo mejor -y singular- idea que ofrecer su auto como hotel. Weekes puso a disposición de los futuros visitantes que no consigan alojamiento o que busquen algo por menos costo, una habitación por noche.
Para eso, acondicionó su taxi con un colchón, almohadas,un osito de peluche, heladera y radio, con opción de iPad, por 50 libras la noche (unos 78 dólares).
Las únicas condiciones que pone es que no se fume adentro del vehículo y tampoco se aceptan mascotas.
Es solo por la noche, porque de día, el hombre necesita seguir trabajando. Pero para quienes quieran experimentar esta curiosa “noche de hotel” , el auto será estacionado donde el pasajero lo indique.
¡Feliz emprendimiento!
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