Trabajo principalmente con pacientes que sufren esclerosis lateral amiotrófica” (ELA), explicó a la AFP Jean Lorenceau, investigador en el Centro de Investigación del Instituto del Cerebro y la Médula Espinal (CNRS) de Francia.
“Para estos pacientes, con esperanza de vida limitada, que pierden el movimiento de sus miembros y la capacidad de tragar, lo que a menudo les queda es la motricidad ocular“, es decir, la movilidad de los ojos, explicó el especialista en neurociencia cognitiva, destinado en el hospital parisino de la Pitié-Salpêtrière.
El sistema desarrollado, que por ahora es un prototipo no comercializado, ofrece a la persona una página en blanco, en forma de pantalla de una computadora, sobre la que puede escribir de manera fluida, dibujar o firmar con el movimiento de sus ojos.
Este sistema utiliza un aparato, ya conocido, que graba los movimientos oculares gracias a una cámara. Ya existen dispositivos de escritura con los ojos en los que se utilizan este tipo de aparatos, pero sólo ofrecen la posibilidad de seleccionar letras o palabras sobre una pantalla.
Los instrumentos existentes no dan “la libertad de trazar sus propias figuras y, hasta ahora, pensábamos que era imposible”, explicó el CNRS en un comunicado.
El ojo no es capaz de realizar movimientos suaves y regulares sobre un fondo estático. “Todo intento se traduce en una sucesión de sacudidas irregulares”, impropias para reproducir letras o dibujos, de acuerdo con la entidad.
Ilusión óptica
Para ayudar al ojo a realizar movimientos suaves, Lorenceau utilizó un truco: la ilusión óptica “reverse-phi”, descubierta por el Stuart Anstis en 1970.
Esta ilusión óptica proporciona “una especie de apoyo móvil” a los ojos para ayudarles a realizar movimientos regulares y no sacudidas.
Son necesarias de dos a cuatro sesiones de entrenamiento de una media hora para controlar los movimientos del ojo y trazar letras y figuras sobre la pantalla.
Es un instrumento “creativo que puede devolver la creatividad a personas” que la han perdido, resumió Lorenceau.
Además de las evidentes posibilidades para las personas con discapacidad, este sistema tiene otras aplicaciones en profesiones (tenistas, pilotos o bailarines) en los que la precisión de movimiento del ojo es importante.
“Pero todavía son especulaciones. Estamos al comienzo”, subrayó el investigador cuyos trabajos fueron publicados en la revista Current Biology.
Las ayudas informatizadas o robotizadas para las personas con movilidad reducida son cada vez más sofisticadas. Una reciente experiencia americana mostró que personas tetrapléjicas podían manejar un robot con la fuerza de su pensamiento, gracias a un sistema de electrodos implantados en el cerebro.
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