Marilyn Mansfield se enamoró de Chucky apenas lo vio, y siempre ha soñado con tener un bebé demonio. La mujer tiene una singular familia: cuenta con una excéntrica colección de más de 500 muñecos diabólicos con apariencia humana.
Lo extraño es que los trata como si fueran sus propios hijos. Marilyn se toma el trabajo de cambiarles la ropa, peinarlos y también, los lleva de paseo. ¿Y cómo surgió este singular amor? Mansfield se enamoró de la recordada saga de finales de los ’80, Chucky.
“Mi fantasía siempre ha sido tener un bebé demonio”, señaló al Daily Mail.
La mujer de 33 años se dedica exclusivamente a sus muñecos y convirtió su hobby en un verdadero negocio, creando sus propios muñecos diabólicos, a 300 dólares.
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