Ante esto, el médico del ejército le prescribió una curiosa cura: enterrarlo hasta el cuello.
Según la información, todo comenzó cuando Alexander estaba en batallón en Cartagena, en el norte de Colombia, y de manera repentina cayó un rayo sobre él. Y sobrevivió sin sufrir herida alguna.
A las pocas semanas, sufrió otras dos descargas lo cual generó que su jefe, decidiera separarlo del pelotón. Y lo enviaron a otro destino donde las posibilidades de tormentas eléctricas es menor. Pero sucedió que un nuevo rayo lo alcanzó dejándolo inconsciente.
Entonces, la familia decidió acompañarlo al médico, el cual se mostró muy sorprendido de que las potentes descargas eléctricas no le hayan provocado lesiones de gravedad o lo hubiesen matado. Y le recetó como tratamiento enterrarse semidesnudo hasta el cuello para sacarse la corriente que lo atormenta desde hace más de un año.
Los familiares de Alexander lo entierran durante unas horas, para que se descargue. Y los días de tormentas eléctricas, se queda en su casa, alejado de ventanas y puertas… Aunque usted, no lo crea!
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