Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada, el Centro de Genómica e Investigación Oncológica y la Universidad Pompeu Fabra, ha desarrollado una nueva terapia experimental que reduce en un 90% la presencia de focos de metástasis de melanoma maligno en el pulmón. Los resultados, probados en ratones, muestran el potencial terapéutico de los inhibidores de la enzima PARP, una molécula clave en la reparación de los daños inducidos sobre el ADN. La investigación ha sido publicada en la revista PLOS Genetics.
“La metástasis es la diseminación de células invasivas de un tumor desde el lugar donde se origina hacia otras partes del cuerpo, y es causa de la inmensa mayoría de la mortalidad relacionada con los tumores sólidos", explica Javier Oliver, investigador del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra del CSIC.
El nuevo trabajo describe la capacidad de la enzima PARP para regular la expresión de factores como la vimentina y la VE?cadherina, proteínas que intervienen en la formación de nuevos vasos alrededor del tumor (angiogénesis) y en los procesos transformación maligna, incluyendo la adquisición de propiedades invasivas. Dicho de otro modo, la enzima PARP controla si llega suficiente alimento al tumor y permite que las células tumorales se muevan, migran y colonicen órganos distantes. Inhibiéndola, por tanto, se puede impedir que un tumor invada el pulmón en un proceso de metástasis.
“La metástasis es la diseminación de células invasivas de un tumor desde el lugar donde se origina hacia otras partes del cuerpo, y es causa de la inmensa mayoría de la mortalidad relacionada con los tumores sólidos", explica Javier Oliver, investigador del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra del CSIC.
El nuevo trabajo describe la capacidad de la enzima PARP para regular la expresión de factores como la vimentina y la VE?cadherina, proteínas que intervienen en la formación de nuevos vasos alrededor del tumor (angiogénesis) y en los procesos transformación maligna, incluyendo la adquisición de propiedades invasivas. Dicho de otro modo, la enzima PARP controla si llega suficiente alimento al tumor y permite que las células tumorales se muevan, migran y colonicen órganos distantes. Inhibiéndola, por tanto, se puede impedir que un tumor invada el pulmón en un proceso de metástasis.
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