SpaceX y Orbital tienen contratos millonarios con la Nasa para enviar cargamento a la estación, llenando así el hueco dejado por los transbordadores.
Space X, con sede en California, ya ha marcado la pauta con el exitoso lanzamiento y la puesta en órbita del cohete Falcon 9 y la cápsula Dragon, así como el retorno de esta misma cápsula a la Tierra en diciembre de 2010.
Orbital Science Corporation todavía tiene que poner a prueba el cohete Antares, y su cápsula Cygnus todavía está pendiente de su estreno en el espacio.
"Un poco. De hecho ellos iniciaron el desarrollo de su sistema un año y medio antes que nosotros, pero estamos casi al mismo nivel en términos de quién va a lanzar primero, quién va a llegar a la estación espacial primero", explicó.
"Probablemente estén tres o cuatro meses por delante de la fecha que nosotros tenemos programada. ¿Pero quién sabe cómo irán las cosas?".
Ambas empresas tienen pasados muy distintos y han construido naves totalmente diferentes.
Mientras Orbital ha estado en el negocio desde 1982; construyendo satélites, pequeños cohetes y misiles interceptores, SpaceX tiene sólo diez años, aunque sus planes son grandes.
La segunda afirma que diseña ella misma los componentes de su cohete Falcon 9.
Su jefe ejecutivo, el también cofundador de PayPal Elon Musk, explicó además que su cápsula Dragon, podría ser utilizada para transportar astronautas al espacio en 2015.
SpaceX es una de las empresas a las que la Nasa ha otorgado fondos para desarrollar vehículos comerciales de transporte de tripulación.
Por su parte, Orbital opta por una estrategia diferente, comprando muchos de sus componentes en distintas partes del mundo.
Por su parte, la cápsula Cygnus de Orbital pretende funcionar como vehículo de carga para transportar suministros, no astronautas, al ISS. Tras rellenarse con residuos de la estación, la idea es que arda en su regreso a la Tierra al reingresar en la atmósfera.
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