![[Img #7408]](http://noticiasdelaciencia.com/upload/img/periodico/img_7408.jpg)
Ella y sus colegas trabajan en una línea de investigación sobre el papel que desempeñan las comunidades microbianas del cuerpo en la prevención de enfermedades orales.
Lo descubierto nos indica que, aún cepillándose los dientes por igual unos y otros, la boca de un fumador tiene un ecosistema mucho más caótico, y es mucho más susceptible a ser invadida por bacterias dañinas.
Los fumadores sufren de una mayor tasa de enfermedades orales que los no fumadores, y de entre esas dolencias destacan especialmente las de las encías
Los fumadores también presentan niveles más elevados de citoquinas, compuestos que el cuerpo produce para combatir las infecciones, lo cual indica que el cuerpo está activando sus defensas contra las infecciones.
Si este problema persiste demasiado tiempo, puede degenerar en una piorrea (periodontitis), con el resultado final del desprendimiento de piezas dentales.
Lo que Kumar y sus colaboradores saben acerca de los mecanismos subyacentes en los procesos descubiertos, sospechan que el tabaquismo distorsiona las comunicaciones, que de otro modo serían normales, entre las comunidades de bacterias beneficiosas y el sistema inmunitario de la persona en cuya boca residen.
Esa distorsión crea confusión, con el resultado final de que las bacterias beneficiosas son consideradas equivocadamente como enemigas por el sistema inmunitario del fumador.
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