Aunque pareciera mentira, esa es la realidad que se vive en muchos hospitales de Japón, Estados Unidos e Inglaterra. Lejos de esa apariencia tan conocida, del uniforme blanco, la nueva propuesta está enfocada en una enfermera robot, que cumpla algunas funciones básicas en las que destacan: realizar análisis de sangre, recibir a los pacientes, guiarlos por el hospital, acompañarlos en la sala de espera, entre otras funciones.
En Japón, en el hospital Aizu Wakamatsu, el hospital ha comprado tres enfermeras robot o recepcionistas robot, como las llaman algunos. Estas enfermeras le dan la bienvenida a las personas, los guían por el hospital, realizan pruebas sencillas y además, que es una de las cualidades que más le gusta a sus pacientes, entretienen con diversos videos que muestran a través de un monitor que tienen en su pecho.
Y no únicamente ya hay enfermeras, sino también médicos robot. En Estados Unidos, en el hospital Johns Hopkins de Baltimore, actualmente existen dos robot, uno llamado Robodoc, el médico, y Nursebot, la enfermera. El Robodoc, posee una pantalla de computadora en su cabeza, ojos de videocámara y un parlante en el lugar de la boca. Según comentan los creadores y demás doctores del recinto, a pesar de ser algo reciente, ya ha atendido una veintena de pacientes que pidieron consultas con el médico clínico.
La Nursebot, bautizada Florence, en honor a la importantísima enfermera Florence Nightingale, mide más de un metro, su cuerpo es cilíndrico y tiene un monitor incrustado en la pechera metálica. Su misión es la de servir como apoyo y compañía a personas internadas en hospitales y, especialmente, a ancianos que viven en sus casas sin ninguna compañía. Es el resultado de un largo proyecto en el que participaron ingenieros estadounidenses de la Universidad de Pittsburg y de la Universidad Carnegie Mellon, en Pennsylvania. Y a resultado ser muy eficiente ya que hasta la fecha ha cumplido a cabalidad con su labor de servir como apoyo y compañía a las personas enfermas
Sin embargo, hasta el día de hoy la Nursebot Florence ha pasado por varias pruebas de funcionamiento, y se ha desempeñado bastante bien. Incluso ha sido llevada a algunos programas de televisión en los Estados Unidos, como una nueva estrella de los medios. Y tiene su propia página de Internet en Nursebot Project.
Según señaló el doctor Kavoussi, en el caso del médico robot “sus funcionalidades de video nos permiten hacer un acercamiento de las distintas partes del cuerpo. Podemos mirar las incisiones, leer sus historias clínicas y sus gráficas a distancia”. Lo cual permitiría que instituciones médicas de zonas alejadas o inaccesibles ofrezcan consultas a distancia, incluso reemplazando a médicos humanos en operaciones militares o en zonas de catástrofes. En el caso de las enfermeras, además de algunas labores ya mencionadas, otras de sus funciones son abrir y cerrar puertas, encender aparatos, destapar botellas, y gracias a su capacidad de hablar, recordarle a su dueño cuando debe tomar algún medicamento.
En Londres, también es posible encontrar a la Hermana María, como se les llama a las enfermeras en el Reino Unido, en el hospital St.Mary’s. Esta enfermera robot se desplaza entre las camas y permite que el doctor realice un examen visual de su paciente; resultando un gran beneficio para los doctores, porque les permite ver a sus pacientes cuando no pueden estar ahí presentes, y también comunicarse con ellos.
Además, la enfermera robot recuerda todos los detalles relativos a cada paciente, se asegura de que todos tomen sus medicinas a la hora, y se ocupa de otras muchas pequeñas y grandes cosas que son imprescindibles dentro del hospital. Y sobretodo, subsana errores humanos y permite al equipo de enfermeras convencionales pasar más tiempo con cada paciente.
Es cierto que tanto a los doctores robot como las enfermeras robot no les tiembla el pulso, no se ponen nerviosos, y pueden hacer más en menos tiempo; pero también es necesario pensar en dónde queda la bioética -disciplina filosófica que estudia los aspectos éticos de los avances y métodos de la medicina y la biología- que todo profesional de la salud debe manejar al momento de enfrentarse a situaciones en que esté comprometida la vida y/o la integridad u autonomía del enfermo. Es a partir de los valores éticos que los enfermeros pueden determinar lo correcto y lo incorrecto de sus acciones, y le da las bases para realizar juicios acerca de lo que debe hacerse en beneficio de otros seres humanos.
Por otra parte, algunas personas piensan que tener una enfermera robot no dista mucho de la realidad que se vive con las mismas enfermeras de carne y hueso, ya que se han encontrado casos en los que las mismas enfermeras admiten que se manifiestan en sus acciones como un instrumento más para el tratamiento de una enfermedad, en donde se limitan a tratar al enfermo como un objeto dirigiéndose a él por el número de la cama y no por su nombre; y en ocasiones en las que actúan de manera tan mecánica, que le niegan a sus pacientes el derecho de un saludo de cortesía, de una mirada amable, de un trato deferente; sobretodo de manifestarle apoyo y confianza cuando más lo necesita.
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