¿Cómo es la vida de una persona con el Síndrome de Kleine-Levin?
Louisa Ball se demora 10 días en despertar debido a un extraño desorden neurológico
En 2008, cuando tenía 14 años comenzó a experimentar síntomas parecidos al resfrío. Estaba en su colegio en una ciudad de Sussex, Inglaterra, cuando empezó a cabecear en clases y a comportarse de una manera extraña.
Sus padres, Rick y Lottie, observaron cómo su hija se ponía inquieta y adoptaba expresiones faciales raras al momento de dormirse.
el Síndrome de Kleine-Levin (KLS, por sus siglas en inglés). No se conoce la causa ni la cura, pero Louisa dice que fue bueno saber de qué se trataba y comprender que su vida no estaba en peligro.
El tiempo promedio que les toma a los médicos diagnosticar esta condición es de unos cuatro años porque no existe una prueba específica y es necesario ir descartando otro tipo de desórdenes.
La enfermedad recibió su nombre actual debido a que Willi Kleine, un neurólogo de Francfurt, y Max Levin, un psiquiatra de Nueva York, identificaron pacientes con los mismos síntomas en 1925 y 1936.
Las personas que tienen otro desorden del sueño llamado Narcolepsia se duermen inmediatamente, pero la gente con KLS empieza a dormir día a día un poco más, hasta que finalmente duermen ininterrumpidamente.
El cambio conductual que se produce antes y durante el episodio de sueño extenso es una de las cosas más tristes que deben enfrentar los padres de Louisa, quienes se turnan para cuidarla.
Los doctores les han dicho que es fundamental que la despierten una vez al día para alimentarla y llevarla al baño.
Frustrados por la falta de información en el Reino Unido, sus padres la llevaron al hospital parisino de Pitié-Salpétrière, donde un grupo de expertos está investigando si la enfermedad se produce por el mal funcionamiento de un gen.
Muchos de los pacientes tienen anormalidades en el lóbulo temporal, el área del cerebro que se relaciona con la conducta y la memoria.
Un escáner del cerebro de Louisa reveló que ella tiene ciertas diferencias en el lóbulo frontal, pero no hay señales de que eso esté afectando su conducta o su memoria.
La buena noticia es que esta enfermedad puede desaparecer de la misma manera en que apareció. Normalmente ocurre después de 10 o 15 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario