En una de las entrevista que hizo Claudio Maria Guimenez a la madre Trenesa de Calcuta le pregunto:
¿Que es lo que más le sorprende de los hombres?
Que se aburren de ser niños, apurados por crecer y luego suspiran por ser niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y acto seguido, pierden el dinero para recuperar la salud.
Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que ni viven el presente ni el futuro..
Que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido.
-¿Que es lo que le pediría a sus hijos?
Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que pueden hacer es dejarse amar.
Que aprendan que toma años construir la confianza y sólo segundos para destruirla.
Que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino A QUIEN tienen en sus vidas.
Que aprendan que no es bueno compararse con los demás; pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
Que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes los controlarán.
Que bastan unos pocos segundos para producir heridas profundas en las personas que amamos y que pueden tardar muchos años en ser sanadas.
Que aprendan que a perdonar se aprende practicando.
Que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben como demostrarlo.
Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.
Que los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
Que los amigos de verdad son tan escasos, que quien ha encontrado uno ha encontrado un verdadero tesoro.
Que no siempre es suficiente ser perdonado por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen.
Que de lo que siembra, cosechan; si siembran chismes, cosecharán intrigas. Si siembran amor, cosecharán felicidad.
Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas, sino aprender a ser feliz con lo que tienen.
Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de sus decisiones.
Ellos deciden ser felices con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por los que les falta y carecen.
Que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.
Que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismos, llegan lejos en la vida.
Que a pesar de que piensen que no tienen nada más que dar, cuando un amigo llora con ellos, encuentran la fortaleza para vencer sus dolores.
Que retener a la fuerza a las personas que aman, las aleja más rápidamente de ellos, o que al dejarlas ir, las deja para siempre a su lado.
Que a pesar de que la palabra amor puede tener muchos significados distintos, pierde valor cuando es usada en exceso.
Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el amor lo entrega todo.
Que nunca harán nada tan grande para que los ame más, ni nada tan malo para que los ame menos. Simplemente, los amo a pesar de sus conductas.
Que aprendan que la distancia más lejos que pueden estar de mí, es la distancia de una simple oración.
Y así, en un encuentro profundo, tomados de la mano, continuamos en silencio…
¿Será posible que alguna vez aprendamos?
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