El riesgo está en que, por ejemplo, si una botella con agua natural se deja expuesta al calor (por encima de los 18° C) durante mucho tiempo hace que el antimonio, por efectos del calor, se desprenda de la botella y migre al agua que consumimos. Entonces la tomas y este es el momento en que te preguntas si se ha hechado a perder el agua; probablemente sí.
El agua naturalmente puede contener 1, 2 o 3 partes por trillón de antimonio, pero estas cantidades se elevan, a más de 300, 400, 500 partes por trillón, a medida que pasa el tiempo dentro del envase plástico; por efectos del medio ambiente en la botella.
Sin embargo, estas cantidades no significan riesgo alguno para el bienestar pues el límite saludable de consumo de antimonio se señala en 2, 5, 6 partes por billón, en diferentes países, y, según la OMT, hasta 20 partes por billón. Tomemos en cuenta que una parte por billón equivale a un microgramo por tonelada. En cantidades mayores, fuera del rango de niveles seguros, el consumo de antimonio puede generar efectos leves como dolores de cabeza, debilidad o depresión.
Pero si se consume en cantidades aún mayores, el antimonio puede resultar peligroso para el ser humano; 100 miligramos es una cantidad mortal, que afectaría al sistema enzimático, nervioso, digestivo, llegando a provocar cáncer o incluso la muerte. Regularmente, una persona llega a ingerir alrededor de 0,5 miligramos de antimonio por día que, gracias a la sabia naturaleza de nuestro cuerpo, no se acumula y es eliminado por nuestros sistemas de excreción inmediatamente.
No obstante, que no signifique riesgo para la salud no significa que no debamos tener cuidado, pues el uso del plástico para conservar o portar agua y alimentos se ha extendido. Preguntémonos entonces cuanto de lo que consumimos ha estado previamente en un envase plástico, cuánto tiempo ha estado expuesto al calor y si usamos el envase adecuado para cada utilidad.
Pero si tenemos cuidado de utilizar el envase correcto para cada utilidad podremos mantenernos saludables, por ejemplo, aquellos envases que se usan exclusivamente para calentar alimentos en el microondas están fabricados para resistir el calor.
Seamos más cuidadosos con la conservación de los envases que utilizamos, tomemos en cuenta las indicaciones de conservación de cada envase y producto, elijamos el mejor envase plástico fabricado para un fin determinado y, en lo posible, evitemos usar demasiados envases de plástico. ¿Por qué? Luego de haberlos utilizado cuidadosamente, ¿a donde van a parar, acumulándose en cantidad y llegando a contaminar -a quienes-?
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