El avance, afirman científicos en Suecia, podrá revolucionar el tratamiento de pacientes con venas dañadas o bloqueadas, por ejemplo aquéllos que son sometidos a diálisis o necesitan una cirugía de bypass coronario.
Y a diferencia de los injertos artificiales, que son propensos a bloqueos y coágulos, con la nueva vena artificial no es necesario tomar medicamentos inmunosupresores para toda la vida.
Tal como informan los investigadores en la revista The Lancet, el trasplante logró una "extraordinaria mejora" en la calidad de vida de la paciente, que sufría trombósis de la vena porta, una obstrucción del flujo sanguíneo entre los intestinos y el hígado.
Para crear la vena, el equipo de la Universidad de Gotemburgo tomó un segmento de 9 centímetros de una vena donada de un cadáver humano y se le extrajeron todas las células del donante utilizando varios compuestos químicos.
La vena fue creada en el laboratorio con las propias células madre de una niña de 10 años en Suecia. |
La estructura tubular resultante, que consistía sólo de un "andamio" de proteínas, fue sumergida en un células madre extraídas de la médula ósea de la paciente.
Según los científicos, la paciente no mostró complicaciones con la operación y el procedimiento logró inmediatamente restaurar el flujo sanguíneo normal.
Un año después de la cirugía, agregan, logró incrementar su altura de 137 a 143 centímetros y su peso se incrementó de 30 a 35 kilos.
La vena porta hepática es una de las grandes venas encargada de transportar sangre desde los intestinos y bazo hasta el hígado.
Un bloqueo en este vaso puede causar complicaciones graves, como sangrado interno, retraso en el desarrollo e incluso muerte.
Según los investigadores la paciente actualmente está bien, "puede llevar a cabo caminatas de 3 kilómetros e incluso está participando en gimnasia".
"Lo más importante -agregan- es que no ha desarrollado anticuerpos contra el tejido donado a pesar de que no toma medicamentos inmunosupresores".
Éste es el último de una serie de "cultivos" de órganos humanos en el laboratorio con células madre de los pacientes.
El año pasado otro equipo de científicos logró crear una tráquea sintética y bañarla con células madre de un paciente para después trasplantarla.
Pero el injerto creado en Suecia es el primer trasplante exitoso de una vena sintética en un humano.
Según la profesora Suchitra Holgersson, quien dirigió la investigación, "el nuevo injerto derivado de células madre no sólo resultó en un buen ritmo de flujo sanguíneo sino también en una extraordinaria mejora en la calidad de vida de la paciente".
"El estudio también muestra la viabilidad y seguridad de un novedoso paradigma de tratamiento para casos de insuficiencia venosa, obstrucción de venas o venas autólogas inadecuadas".
"Además, nuestro trabajo abre nuevas e interesantes áreas de investigaciones, incluida la reproducción de arterias para uso quirúrgico en pacientes con fístulas arteriovenosas para diálisis o cirugía de bypass coronario" agrega.
Por su parte, los profesores Martin Birchall y George Hamilton, de la Universidad de Londres, expresan en un comentario sobre el estudio que "la pequeña niña en este estudio no tuvo necesidad de someterse al trauma de extraerle venas de su propio cuello profundo o pierna para cultivarlas, con el riesgo asociado de trastornos de la extremidad inferior que esto conlleva".
Agregan que este procedimiento necesita ahora "convertirse en ensayos clínicos completos en poblaciones clave, para que estas soluciones de medicina regenerativa puedan volverse ampliamente utilizadas y aceptadas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario