Después de tomar en cuenta la edad, antecedentes genéticos, cirugías de mama, historial de amamantamiento y embarazos, se encontraron siete variantes, o polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), vinculadas al tamaño de los senos.
Y tres de estos SNP eran factores conocidos vinculados al riesgo de cáncer de mama.
"Los resultados de este estudio muestran que algunas de las mismas vías genéticas subyacen tanto en el crecimiento normal de los senos como en el cáncer de mama" explica el doctor Nicholas Eriksson, quien dirigió el estudio.
"Esto de debe sorprender si pensamos que el cáncer es un crecimiento descontrolado".
"Algunos estudios han encontrado que los senos más grandes en las mujeres jóvenes están asociados con un ligero incremento en el riesgo de cáncer de mama".
"Los factores genéticos que encontramos apoyan este concepto de que el tamaño de los senos y el cáncer de mama están relacionados" agrega.
Tal como explica el investigador, el responsable de este vínculo parece ser el estrógeno.
"Se sabe que una de las variantes regula la expresión del gen receptor de estrógeno que juega un papel vital en el crecimiento de las glándulas mamarias y en la mayoría de los casos de cáncer de mama".
"Otra de estas mutaciones está localizada en la región del genoma que a menudo muestra anormalidades en las personas con un cierto subtipo de cáncer de mama" agrega.
Tal como señala el investigador, la relación entre el tamaño de los senos y el cáncer "es complicada".
Y aunque el estudio no quiere decir que los factores genéticos son suficientes para explicar la asociación entre tamaño y riesgo, sí muestran que ambos están vinculados.
"Aunque estos resultados no apoyan directamente una relación epidemiológica entre el tamaño de los senos y el cáncer, este estudio contribuye a un mejor entendimiento entre la sutil interacción entre la morfología de los senos y el riesgo de cáncer de mama" concluye el doctor Eriksson.
La investigación aparece publicada en
BMC Medical Genetics.
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