La frase del papa Francisco al final de su reciente viaje a Brasil preguntando quién es él para juzgar a un homosexual que busca a Dios sorprendió a muchos alrededor del mundo, pero tuvo un valor especial para Roberto Francisco Daniel.
Este cura brasileño de 48 años fue excomulgado por la Iglesia Católica a fines de abril, tras formular un comentario publicado en internet en apoyo a los homosexuales que molestó a la diócesis de Bauru, el municipio del estado de Sao Paulo donde cumplía funciones.
Ahora el "padre Beto", como le llaman localmente, acaba de publicar un libro titulado "Verdades prohibidas" y recurrió a la justicia civil brasileña alegando que la Iglesia ignoró sus derechos y debe ser readmitido.
"Si (la diócesis de Bauru) quisiera excomulgarme, va a tener que hacerlo dentro de las normas legales", sostiene. "No creo que eso ocurra después de la visita del Papa".
A continuación, extractos del diálogo que BBC Mundo mantuvo con el cura excomulgado, que se define como heterosexual, lleva un aro en su oreja derecha y cabello rapado.
¿Cómo define su relación actual con la Iglesia Católica?
Es ambivalente: me siento católico, perteneciente a esta Iglesia. No hice la opción de dejar de ser padre, por lo tanto continúo siendo padre. Pero a través de la diócesis de Bauru, de la Iglesia local, estoy excluido.
Fue a la justicia civil a reclamar por su excomunión. ¿Busca volver a la Iglesia aunque antes habló de renunciar?
El obispo de Bauru me había dado dos alternativas: retirar todo el material publicado en internet y pedir perdón, o aplicarme el derecho canónico. Ante eso, entendí bueno apartarme de los ministerios sacerdotales y volver en otra época. Aguardar que pase la ola de conservadurismo que existe hoy.
Pero ante la excomunión decidí entrar en la justicia común, no simplemente porque quiera volver, sino porque lo que la Iglesia local hizo conmigo ninguna institución puede hacer con una persona. Fui tratado como un adolescente y expulsado sin derecho defensa.
La Iglesia no me respetó como ser humano, no respetó los 14 años de sacerdocio que tengo, no respetó a mi familia.
La pregunta es hasta qué punto la Iglesia puede permitir que un representante hable contra sus propias enseñanzas…
No hablé contra las enseñanzas de la Iglesia. Apenas planteé algunos puntos de reflexión sobre la moral sexual de la Iglesia. Yo nací en una Iglesia en las décadas del 70 y 80 que por lo menos en América Latina era muy abierta a la reflexión.
Cuando volví de Alemania en 2001, después de 10 años, vengo haciendo reflexiones abiertamente porque creo que todo cristiano tiene que reflexionar sobre las reglas que tenemos y proponer cambios. La Iglesia no puede quedar definiendo las cosas a nivel de cúpula y después determinar para sus fieles, como si fueran niños.
¿Cambió algo su opinión de la Iglesia la visita del papa Francisco a Brasil y lo que dijo sobre los gays?
"Percibo en mi postura sobre los homosexuales y bisexuales una actitud verdaderamente cristiana". |
Este papa ya venía antes motivándome. Intenta rescatar una Iglesia más abierta, reflexiva. Cuando dice que si un cristiano no es revolucionario no es cristiano, va hacia ahí. Cuando dice que el pastor tiene que tener el olor del fiel, señala que los padres tenemos que vivir una vida más simple junto con los otros fieles.
No tiene una visión de la Iglesia jerárquica. Y cuando habló de los gays, cerró con llave de oro. "Si un gay busca a Dios, ¿quién soy yo para juzgarlo?". Quiere decir que lo que interesa es el carácter de la persona y no su orientación sexual.
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