Los lápices de colores están allí para ayudarlos a ser mejores médicos dibujando historietas.
La idea es que, al ilustrar diálogos, los futuros médicos puedan pensar en cómo se relacionan con los pacientes y en lo que deben decir no sólo con la voz, sino también con el lenguaje corporal.
En el cómic hecho especialmente para este artículo, MK Czerwiec, artista gráfica y ex enfermera de pacientes con VIH, explora cómo la actitud brusca y aireada de un médico hacia un paciente con cáncer lo hace sentir "más como un resultado de laboratorio".
Sólo cuando un colega le ofrece al médico una novela gráfica escrita por un paciente con cáncer, empieza a ver a su paciente antes que nada como una persona.
Los aspirantes a doctores saben que en su carrera deberán retener grandes cantidades de información. Pero MK -ahora conocida como la enfermera de los cómics- agregó el dibujo de historietas al currículo de la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Noroccidental de Chicago.
Todo empezó cuando estaba lidiando con una labor que era muy agotadora emocionalmente. "Un día, sin saber qué más hacer, dibujé un autorretrato y le puse algunas palabras encima. Lo encerré en un cuadrado y dibujé otro cuadrado más".
"Antes de darme cuenta, pasé de un estado de dificultad para enfrentar la muerte de pacientes a -nueve cuadros después- una situación de esperanza. Esto realmente me sorprendió".
Para ella, dibujar una escena del lecho de un paciente la ayudó a entender la dinámica de una consulta desde el punto de vista del enfermo.
"Te permite tener un momento de humor y autoexpresión en situaciones en las que, de otro modo, expresar este tipo de cosas podría verse como algo insensible o que debería manifestarse de otra manera".
Una buena comunicación entre el médico y el
paciente tiene beneficios tangibles para los pacientes. Una
investigación reciente determinó que las habilidades de comunicación del
doctor no sólo aumentan la satisfacción del enfermo, sino también puede
ayudar a mejorar su salud física, aliviando síntomas de dolor y
mejorando los niveles de presión arterial y de glucosa en la sangre.
Es muy pronto para evaluar el impacto más amplio de las historietas en los resultados clínicos. Pero el doctor Ian Williams, artista británico de cómic, médico y coeditor del sitio Graphic Medicine, confía en que tendrán algún rol en la salud.
Williams asistió a una escuela de arte después de obtener el título de médico, porque siempre le apasionó el dibujo. "Cuando estudiaba medicina, solía dibujar para entender de anatomía".
"¡Estamos hablando de una época anterior a internet! Así que si no estaba en el libro, yo dibujaba partes del cerebro o la circulación del corazón. Así era como se quedaba fijado en mi cerebro".
Su propia novela gráfica, The Bad Doctor ("El doctor malo"), será publicada el próximo año.
"Me interesa la narrativa de la medicina, la forma en la que los médicos y los pacientes piensan en las enfermedades como relatos, y lo que esto dice sobre cómo hemos pensado en la enfermedad a lo largo de la historia".
Brian Fies es escritor e ilustrador. Para él fue
algo natural volcarse a la escritura y el dibujo cuando su madre
desarrolló cáncer de pulmón. Mom's Cancer se publicó primero como un cómic para internet y después como un libro.
"De alguna forma quería compartir la experiencia familiar, de dibujar un mapa para cualquiera que viniera detrás de nosotros, pero no supe cómo hasta que un día acompañé a mi mamá a quimioterapia y dibujé una escena de ella en la silla".
"Esa imagen capturó más sobre lo que fue ese día que mil palabras y pensé que los cómics podrían ser el medio".
Para que los cómics sean incluidos en el pensum académico del médico, su impacto debe ser apoyado por la evidencia.
Giskin Day, quien dirige talleres sobre el valor de las artes para entrenar a doctores en el Imperial College de Londres, cree que las historietas podrían ayudar en una cosa que a todo el mundo le falta: tiempo.
"No se necesita mucho tiempo para leer una novela gráfica; son increíblemente buenas para tener un fuerte impacto".
Day les pide a sus estudiantes que sean
creativos. "Si dibujan unas cuantas viñetas ilustrando una consulta,
ellos piensan en otros aspectos del encuentro clínico, como la postura
del médico, el lenguaje corporal del paciente o la disposición del
consultorio".
Para MK Czerwiec, ser testigo de experiencias difíciles cuando los médicos y las enfermeras no están en sintonía con el paciente tiene un efecto profundo.
Dibujar cómics ayuda a mejorar ese vínculo.
"Las enfermedades no sólo le ocurren a un cuerpo, le ocurren a una persona, a toda una vida, a una familia, y el cuidado que se ofrece debe ser contextualizado en esa historia de esa vida y esa familia para que el cuidado sea más relevante y útil", agrega.
La idea es que, al ilustrar diálogos, los futuros médicos puedan pensar en cómo se relacionan con los pacientes y en lo que deben decir no sólo con la voz, sino también con el lenguaje corporal.
En el cómic hecho especialmente para este artículo, MK Czerwiec, artista gráfica y ex enfermera de pacientes con VIH, explora cómo la actitud brusca y aireada de un médico hacia un paciente con cáncer lo hace sentir "más como un resultado de laboratorio".
Sólo cuando un colega le ofrece al médico una novela gráfica escrita por un paciente con cáncer, empieza a ver a su paciente antes que nada como una persona.
Los aspirantes a doctores saben que en su carrera deberán retener grandes cantidades de información. Pero MK -ahora conocida como la enfermera de los cómics- agregó el dibujo de historietas al currículo de la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Noroccidental de Chicago.
Todo empezó cuando estaba lidiando con una labor que era muy agotadora emocionalmente. "Un día, sin saber qué más hacer, dibujé un autorretrato y le puse algunas palabras encima. Lo encerré en un cuadrado y dibujé otro cuadrado más".
"Antes de darme cuenta, pasé de un estado de dificultad para enfrentar la muerte de pacientes a -nueve cuadros después- una situación de esperanza. Esto realmente me sorprendió".
"Fijado al cerebro"
Alexandra Jones es una de las estudiantes de medicina que está probando la idea de crear una historieta.Para ella, dibujar una escena del lecho de un paciente la ayudó a entender la dinámica de una consulta desde el punto de vista del enfermo.
"Te permite tener un momento de humor y autoexpresión en situaciones en las que, de otro modo, expresar este tipo de cosas podría verse como algo insensible o que debería manifestarse de otra manera".
Es muy pronto para evaluar el impacto más amplio de las historietas en los resultados clínicos. Pero el doctor Ian Williams, artista británico de cómic, médico y coeditor del sitio Graphic Medicine, confía en que tendrán algún rol en la salud.
Williams asistió a una escuela de arte después de obtener el título de médico, porque siempre le apasionó el dibujo. "Cuando estudiaba medicina, solía dibujar para entender de anatomía".
"¡Estamos hablando de una época anterior a internet! Así que si no estaba en el libro, yo dibujaba partes del cerebro o la circulación del corazón. Así era como se quedaba fijado en mi cerebro".
Su propia novela gráfica, The Bad Doctor ("El doctor malo"), será publicada el próximo año.
"Me interesa la narrativa de la medicina, la forma en la que los médicos y los pacientes piensan en las enfermedades como relatos, y lo que esto dice sobre cómo hemos pensado en la enfermedad a lo largo de la historia".
Viñeta: más de 1.000 palabras
Mirar las cosas desde el punto de vista del paciente es vital. Aquellos que han padecido una afección o han tenido a un familiar con alguna enfermedad también han creado un registro gráfico de sus experiencias."De alguna forma quería compartir la experiencia familiar, de dibujar un mapa para cualquiera que viniera detrás de nosotros, pero no supe cómo hasta que un día acompañé a mi mamá a quimioterapia y dibujé una escena de ella en la silla"
Brian Fies, escritor e ilustrador
"De alguna forma quería compartir la experiencia familiar, de dibujar un mapa para cualquiera que viniera detrás de nosotros, pero no supe cómo hasta que un día acompañé a mi mamá a quimioterapia y dibujé una escena de ella en la silla".
"Esa imagen capturó más sobre lo que fue ese día que mil palabras y pensé que los cómics podrían ser el medio".
Para que los cómics sean incluidos en el pensum académico del médico, su impacto debe ser apoyado por la evidencia.
Giskin Day, quien dirige talleres sobre el valor de las artes para entrenar a doctores en el Imperial College de Londres, cree que las historietas podrían ayudar en una cosa que a todo el mundo le falta: tiempo.
"No se necesita mucho tiempo para leer una novela gráfica; son increíblemente buenas para tener un fuerte impacto".
Para MK Czerwiec, ser testigo de experiencias difíciles cuando los médicos y las enfermeras no están en sintonía con el paciente tiene un efecto profundo.
Dibujar cómics ayuda a mejorar ese vínculo.
"Las enfermedades no sólo le ocurren a un cuerpo, le ocurren a una persona, a toda una vida, a una familia, y el cuidado que se ofrece debe ser contextualizado en esa historia de esa vida y esa familia para que el cuidado sea más relevante y útil", agrega.
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