El albañil James Byrne, de 29 años, residente en Fishponds, en el oeste de Inglaterra, estaba cortando leña con una sierra eléctrica cuando perdió el dedo de la mano izquierda.
Tras un intento fallido de reinjerto, los cirujanos plásticos del Frenchay Hospital decidieron trasplantarle un dedo gordo del pie.
El médico Umraz Khan explicó que la pérdida de un dedo gordo del pie no produce una invalidez tan definitiva como la pérdida de un pulgar, de modo que la ganancia es mayor que la pérdida.
El paciente recalco: “La estética no me preocupa. Como albañil, y sin un pulgar, me habría quedado sin trabajo.
No habría podido recoger un ladrillo sin un pulgar.
Para poder adaptarse a su nuevo dedo en la mano y a la falta de uno en el pie,tendrá que recibir sesiones de fisioterapia, pues deberá aprender a equilibrarse y a coger objetos.
El doctor Khan indicó que podrá caminar y correr con normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario