La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.
Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla.
La vida siempre espera situaciones críticas para mostrar su lado brillante.
Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.
Nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos.
Hay probabilidad de que ocurran cosas inesperadas en cada segundo de nuestra frágil existencia.
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