Virgin Galactic, la compañía de turismo espacial,
fundada por el multimillonario británico, Richard Branson, ha prohibido a
los ciudadanos chinos solicitar espacios en sus primeros vuelos
comerciales.
Según informes, los titulares adinerados de pasaportes de la República Popular China han estado dispuestos a pagar un boleto por 260.000 dólares por un asiento en el vuelo inaugural espacial Virgin Galactic programado para finales de este año, pero han sido rechazados con el fin de cumplir con las leyes contra el espionaje de Estados Unidos, informa el diario South China Morning Post (SCMP).
Los motores de los cohetes de la nave Virgin Galactic —bautizados con los nombres de SpaceShip Two y WhiteKnight Two— supuestamente son considerados tecnología de grado militar bajo las leyes de tráfico de armas de la Guerra Fría de Estados Unidos.
La legislación fue diseñada para evitar que las potencias extranjeras, como China, se apoderen de los secretos de tecnología militar de Estados Unidos.
"Tanto el SpaceShipTwo como el WhiteKnight Two son de tecnología estadounidense y por lo tanto están sujetos a las regulaciones de los Estados Unidos", dijo Winnie Chan, un portavoz de un socio acreditado de Virgin Galactic en Asia.
Los ciudadanos chinos con múltiples pasaportes o residencia en Estados Unidos podrían ser considerados para un asiento en los viajes espaciales, dijo Virgin Galactic.
Corto, ¿pero dulce?
Virgin Galactic ya ha acumulado casi 70 millones de dólares en depósitos por un asiento en sus vuelos espaciales, según el SCMP, el primero del cual se llevará a cabo a finales de este año.
Un boleto te permite un viaje de 110 kilómetros en la atmósfera y seis minutos de ingravidez antes de volver a la Tierra.
El costo del boleto ha sido criticado como excesivo para tales excursiones relativamente cortas.
Virgin Galactic tendrá sus oficinas centrales en y será lanzado desde Spaceport America, un epicentro planificado de turismo espacial cerca de la ciudad "Verdad o consecuencias" de Nuevo México.
"¡Ven a visitarnos!", dice el sitio web de Spaceport America.
Según informes, los titulares adinerados de pasaportes de la República Popular China han estado dispuestos a pagar un boleto por 260.000 dólares por un asiento en el vuelo inaugural espacial Virgin Galactic programado para finales de este año, pero han sido rechazados con el fin de cumplir con las leyes contra el espionaje de Estados Unidos, informa el diario South China Morning Post (SCMP).
Los motores de los cohetes de la nave Virgin Galactic —bautizados con los nombres de SpaceShip Two y WhiteKnight Two— supuestamente son considerados tecnología de grado militar bajo las leyes de tráfico de armas de la Guerra Fría de Estados Unidos.
La legislación fue diseñada para evitar que las potencias extranjeras, como China, se apoderen de los secretos de tecnología militar de Estados Unidos.
"Tanto el SpaceShipTwo como el WhiteKnight Two son de tecnología estadounidense y por lo tanto están sujetos a las regulaciones de los Estados Unidos", dijo Winnie Chan, un portavoz de un socio acreditado de Virgin Galactic en Asia.
Los ciudadanos chinos con múltiples pasaportes o residencia en Estados Unidos podrían ser considerados para un asiento en los viajes espaciales, dijo Virgin Galactic.
Corto, ¿pero dulce?
Virgin Galactic ya ha acumulado casi 70 millones de dólares en depósitos por un asiento en sus vuelos espaciales, según el SCMP, el primero del cual se llevará a cabo a finales de este año.
Un boleto te permite un viaje de 110 kilómetros en la atmósfera y seis minutos de ingravidez antes de volver a la Tierra.
El costo del boleto ha sido criticado como excesivo para tales excursiones relativamente cortas.
Virgin Galactic tendrá sus oficinas centrales en y será lanzado desde Spaceport America, un epicentro planificado de turismo espacial cerca de la ciudad "Verdad o consecuencias" de Nuevo México.
"¡Ven a visitarnos!", dice el sitio web de Spaceport America.
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