Está en la parte delantera del cerebro, justo por encima de las cejas.
Allí identificaron científicos de la Universidad
de Oxford en Reino Unido una región del cerebro humano única, que no
aparece en el cerebro de nuestros parientes más cercanos, los monos.Los investigadores de la prestigiosa universidad británica compararon para su estudio tomografías cerebrales de 25 humanos y 25 macacos y observaron un área específica –generalmente relacionada con los procesos de toma de decisiones, la capacidad de hacer varias tareas de forma simultánea y de anticipar estrategias– que no está presente en los cerebros de los monos analizados.
Y precisamente esta zona, según creen los científicos, está involucrada con algunos de los rasgos que nos hacen únicos como humanos.
"Toda clase de funciones se han atribuido a esta región, pero en general creo que la gente tiende a pensar que puede estar involucrada en lo que algunos llaman multitarea (o la capacidad de hacer varias cosas a la vez)", dice Neubert.
También está relacionada con la capacidad de planificar, o de anticiparse a los acontecimientos, algo que nos permite "tener en mente estrategias que no estás usando el momento pero que puedes usar más tarde".
"Enormes similitudes"
Sin embargo, otro de los hallazgos de este estudio no se basa en lo que nos diferencia sino en lo que nos une."Una de las cosas sorprendentes es que encontramos enormes similitudes en la organización de estas áreas en el cerebro humano –especialmente en las áreas que pensamos que están involucradas en el lenguaje y la flexibilidad cognitiva– y en el de los monos", dice Neubert.
Luego las buscaron en el cerebro de mono, y así encontraron las similitudes que se ven, marcadas con colores, en la imagen de más arriba. El cerebro del extremo izquierdo es humano, el de abajo es de mono.
De las 12, 11 eran muy similares en las dos especies.
"Estos resultados sugieren que ese no es el caso, que quizás las regiones que están involucradas en el lenguaje en humanos hacen algo diferente en los monos, incluso aunque ellos no tienen la habilidad del lenguaje".
Por lo tanto, dice Neubert, aunque se podría pensar que estas zonas del lenguaje y la flexibilidad cognitiva –que es la capacidad de cambiar de forma dinámica entre una tarea y otra– son un desarrollo absolutamente nuevo en los humanos, según estos resultados no lo son.
"Pueden basarse en un aparato más antiguo".
La corteza cerebral prefrontal, que es la zona cerebral analizada en este estudio, está involucrada en los aspectos cognitivos y del lenguaje más complejos, y sólo está presente en humanos y otros primates.
Algunas de sus partes están relacionadas con desórdenes psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la adicción a las drogas y los comportamientos compulsivos.
Por eso, dice Neubert, entender mejor sus conexiones puede ser relevante para encontrar mejores formas de tratarlos.
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