Bitcoin, la moneda
digital emergente un tanto misteriosa, podría llegar próximamente a tu
cajero automático de alta tecnología más cercano.
Quioscos que le permiten a las personas comprar la moneda virtual, o intercambiarla por efectivo, serán instalados en los próximos meses en Seattle y Austin, Texas, de acuerdo a Robocoin, la compañía con sede en Las Vegas que fabrica las máquinas.
Dichas máquinas serán los primeros cajeros automáticos de este tipo en Estados Unidos. Robocoin tiene instaladas máquinas en Vancouver, Columbia Británica, y otras en Canadá, Hong Kong, Europa y Asia que están en preparación.
La aparición de cajeros automáticos públicos, dice la compañía, es un paso hacia hacer que Bitcoin, una moneda que no está respaldada por gobierno o banco alguno y que no tiene activos físicos que mantengan su valor, sea una compra más cómoda para los usuarios dominantes fuera de los círculos de la Red donde actualmente está en apogeo.
"Consideramos que es un gran avance cuando se trata de llevar accesibilidad a los consumidores", expresó Jordan Kelley, director ejecutivo de Robocoin.
Desde sus inicios en 2009, el valor de Bitcoin ha fluctuado desordenadamente. Actualmente, una sola Bitcoin tiene un valor aproximado de 636 dólares. Ese valor llegó a ser de 1.000 dólares en diciembre, cuando los inversionistas empezaron a interesarse en la moneda.
Algunos negocios tradicionales, entre ellos el minorista en línea Overstock.com, algunos restaurantes Subway y la empresa Virgin Galactic, de Richard Branson, han empezado a aceptar Bitcoins.
Sin embargo, la naturaleza anónima de la moneda también la ha vinculado con puntos de venta menos respetables. La moneda Bitcoin y otras "criptomonedas" digitales han sido el sistema de pago de facto para sitios web clandestinos que trafican drogas, armas y otro tipo de mercancías ilegales.
La semana pasada, los propietarios anónimos de Silk Road, un mercado negro en línea, anunciaron que había habido un robo de Bitcoins con un valor de 2,7 millones de dólares por parte de piratas informáticos. En otros incidentes, varios intercambios de Bitcoins en línea han sido desmantelados por piratas informáticos que aprovecharon una falla para crear transacciones falsas.
Kelley quiere que las máquinas de la compañía contribuyan a que la moneda deje de ser asociada con aspectos sospechosos, incluso si eso significa separar a algunos partidarios que prefieren la naturaleza anónima de los intercambios con Bitcoins.
"Estamos tratando de movilizar la moneda Bitcoin, de volverla de uso general y llevarla a las masas", dijo. "Para hacerlo, debemos dejar algunas cosas de lado, y una de ellas es el anonimato".
Para crear una cuenta en Robocoin, el usuario debe ingresar su número de teléfono móvil en uno de los quioscos. La máquina envía un código al teléfono y, después que el usuario lo ingresa, debe registrar la palma de su mano.
"Tu teléfono es tu identificación de usuario y la palma de tu mano es tu contraseña", dijo Kelly.
Luego, el usuario debe insertar su licencia de conducir u otra identificación emitida por el gobierno, personalizar aún más su cuenta, así como darle a Robocoin la oportunidad de verificar el nombre del usuario con listas de vigilancia del gobierno para evitar a terroristas y a otros que pudieran no hacer negocios legales en el país donde se encuentran las máquinas.
Luego, el usuario se toma una fotografía en el quiosco, la cual debe coincidir con la fotografía de su identificación.
Una vez su cuenta ha sido verificada, un proceso que Kelley dice toma de dos a cinco minutos, pueden comprar Bitcoins en el quiosco. Los clientes tienen la opción de transferirlas a una cuenta, haciendo uso de un código privado que la máquina les brinda, o usar una aplicación para teléfonos inteligentes a fin de guardarlas en su teléfono.
Robocoin vende las máquinas por 20.000 dólares. Los propietarios hacen dinero al cobrar una pequeña cuota de transacción para usarlas, dijo Kelley.
Quioscos que le permiten a las personas comprar la moneda virtual, o intercambiarla por efectivo, serán instalados en los próximos meses en Seattle y Austin, Texas, de acuerdo a Robocoin, la compañía con sede en Las Vegas que fabrica las máquinas.
Dichas máquinas serán los primeros cajeros automáticos de este tipo en Estados Unidos. Robocoin tiene instaladas máquinas en Vancouver, Columbia Británica, y otras en Canadá, Hong Kong, Europa y Asia que están en preparación.
La aparición de cajeros automáticos públicos, dice la compañía, es un paso hacia hacer que Bitcoin, una moneda que no está respaldada por gobierno o banco alguno y que no tiene activos físicos que mantengan su valor, sea una compra más cómoda para los usuarios dominantes fuera de los círculos de la Red donde actualmente está en apogeo.
"Consideramos que es un gran avance cuando se trata de llevar accesibilidad a los consumidores", expresó Jordan Kelley, director ejecutivo de Robocoin.
Desde sus inicios en 2009, el valor de Bitcoin ha fluctuado desordenadamente. Actualmente, una sola Bitcoin tiene un valor aproximado de 636 dólares. Ese valor llegó a ser de 1.000 dólares en diciembre, cuando los inversionistas empezaron a interesarse en la moneda.
Algunos negocios tradicionales, entre ellos el minorista en línea Overstock.com, algunos restaurantes Subway y la empresa Virgin Galactic, de Richard Branson, han empezado a aceptar Bitcoins.
Sin embargo, la naturaleza anónima de la moneda también la ha vinculado con puntos de venta menos respetables. La moneda Bitcoin y otras "criptomonedas" digitales han sido el sistema de pago de facto para sitios web clandestinos que trafican drogas, armas y otro tipo de mercancías ilegales.
La semana pasada, los propietarios anónimos de Silk Road, un mercado negro en línea, anunciaron que había habido un robo de Bitcoins con un valor de 2,7 millones de dólares por parte de piratas informáticos. En otros incidentes, varios intercambios de Bitcoins en línea han sido desmantelados por piratas informáticos que aprovecharon una falla para crear transacciones falsas.
Kelley quiere que las máquinas de la compañía contribuyan a que la moneda deje de ser asociada con aspectos sospechosos, incluso si eso significa separar a algunos partidarios que prefieren la naturaleza anónima de los intercambios con Bitcoins.
"Estamos tratando de movilizar la moneda Bitcoin, de volverla de uso general y llevarla a las masas", dijo. "Para hacerlo, debemos dejar algunas cosas de lado, y una de ellas es el anonimato".
Para crear una cuenta en Robocoin, el usuario debe ingresar su número de teléfono móvil en uno de los quioscos. La máquina envía un código al teléfono y, después que el usuario lo ingresa, debe registrar la palma de su mano.
"Tu teléfono es tu identificación de usuario y la palma de tu mano es tu contraseña", dijo Kelly.
Luego, el usuario debe insertar su licencia de conducir u otra identificación emitida por el gobierno, personalizar aún más su cuenta, así como darle a Robocoin la oportunidad de verificar el nombre del usuario con listas de vigilancia del gobierno para evitar a terroristas y a otros que pudieran no hacer negocios legales en el país donde se encuentran las máquinas.
Luego, el usuario se toma una fotografía en el quiosco, la cual debe coincidir con la fotografía de su identificación.
Una vez su cuenta ha sido verificada, un proceso que Kelley dice toma de dos a cinco minutos, pueden comprar Bitcoins en el quiosco. Los clientes tienen la opción de transferirlas a una cuenta, haciendo uso de un código privado que la máquina les brinda, o usar una aplicación para teléfonos inteligentes a fin de guardarlas en su teléfono.
Robocoin vende las máquinas por 20.000 dólares. Los propietarios hacen dinero al cobrar una pequeña cuota de transacción para usarlas, dijo Kelley.
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