No desanimes.
Persiste un poco más.
No cultives el pesimismo.
Concéntrate en el bien por hacer.
Prosigue, aún cuando tengas que atravesar las sombras.
De tus propios errores, avanza, aunque sea entre lágrimas.
Trabaja constantemente, construye siempre.
No consientas que el hielo del desencanto entorpezca tu corazón.
Que no te impresione la dificultad.
Convéncete de que la victoria espiritual es una construcción diaria.
No desistas de la paciencia..
No creas en la realización sin esfuerzo.
Silencio para la injuria.
Olvido para el mal.
Perdón para las ofensas.
Recuerda que los agresores son enfermos.
No permitas que los seres desequilibrados destruyan tu trabajo y anulen tu esperanza.
No menosprecies el deber que la conciencia te impone. Si te engañaste en algún trecho del camino, reajusta tu propia visión y busca el rumbo correcto.
No contabilices ventajas ni fracasos.
Estudia procurando aprender.
No te vuelvas contra nadie.
No dramatices tus pruebas o problemas.
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