Siempre se pueden encontrar cosas interesantes en una subasta. Incluso restos humanos.
La casa de subasta Tom's Hall en Pennsylvania, Estados Unidos tenía dos esqueletos, un hombre y una mujer de alrededor de 100 años de antigüedad para vender en las ofertas.
La puja inicio a partir de 1.000 dólares con el esqueleto masculino. "No podría comprar algo así, pero tenía que verlo", dijo Pierre Michele, comprador.
En Tom's Hall no había muchos licitadores, pero sí una gran cantidad de curiosos.
No se sabe con certeza de dónde provenían los esqueletos, pero debido a la forma de conservarlos y lo huesos intactos, la casa de subastas supone que fueron donados.
"Llegó a nosotros de un hombre que coleccionaba objetos extraños. Él los compró hace años en una subasta en Nueva York. Era parte de la colección de un empresario funerario. Tenía una especie de museo para los esqueletos", dijo Tom Hall, dueño del lugar.
Al final el comprador resultó ser Bill Wood, un anticuario de Lancaster Country, en Pennsylvania.
"No hay semana que pase sin que la gente venga y trate de comprar algo aquí"
Al final el esqueleto del hombre se vendió por 900 dólares y el de la mujer por 950 dólares.
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