Unas 230.000 personas que visitaron el parque nacional Yosemite, en el estado estadounidense de California, recibieron una alerta de salud por el virus mortal hantavirus.
El síndrome pulmonar por hantavirus (SPH), que se propaga en las heces, orina y saliva de roedores, ya ha infectado a nueve personas, tres de las cuales han muerto.
El parque insiste en que las cartas de advertencia enviadas son simplemente una medida de precaución.
Yosemite advirtió anteriormente que había alertado a 30.000 visitantes que durmieron en dos áreas en las que los funcionarios creen que las nueve personas resultaron infectadas.
No existe una cura para el hantavirus y los síntomas pueden tardar hasta seis semanas en presentarse.
La enfermedad tiene un alta mortalidad: uno de cada tres casos es letal.
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