El pequeño sufrió el mismo tipo de rechazo que presentó días pasados su hermano mayor, Agustín, de 15 años, quien también padece de adrenoleucodistrofia y, de la misma forma, había recibió un trasplante meses atrás.
En 2011 se realizó una campaña nacional para juntar más de un millón de dólares para el trasplante de los niños en un centro de salud norteamericano con experiencia en este tipo de prácticas.
En el perfil familiar de Facebook, los padres de los chicos difundieron una carta en la que informaron sobre los resultados de las biopsias realizadas a Joaquín en pulmón e hígado “debido a que presentaba una marcada dificultad respiratoria y, en sus analíticas de rutina, elevadas enzimas hepáticas“.
“Los patólogos detectaron la misma enfermedad que padece su hermano mayor, Agustín”, dijeron en el comunicado, que es el llamado “rechazo contra huésped” o “injerto contra anfitrión”.
“Esta desafortunada, lamentable y grave complicación es aún peor ya que ataca los órganos, a diferencia de nuestro hijo mayor que el problema lo tiene desde hace varios meses y, por el momento, en la piel”, dijo la pareja en su carta.
Por eso, “esta mañana revivimos la angustia de tener que llevar a Joaquín para que nuevamente coloquen un catéter por donde le suministraremos importante cantidad de medicinas muy nocivas, pero necesarias por un extenso tiempo (de nueve meses a un año) debido a que nos confirman, además, que es crónico”.
“Esta noticia sorprendió tremendamente a los médicos, ya que la médula recibida (por Joaquín) fue de su hermana Sofía, y las posibilidades de este mal son de aproximadamente un 30%”, aseguraron en referencia al rechazo que presentó el niño.
Sin embargo, “seguimos creyendo que, a pesar de todo lo que nuestros hijos vienen soportando y superando,Dios no los abandonará y premiará por semejante esfuerzo, constancia y valentía”, concluyeron.
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