Desde hace semanas los mundos de la política y del arte en Sudáfrica se han entrecruzado en una polémica por una controvertida pintura que muestra al presidente, Jacob Zuma, con sus genitales al aire.
Algunos creen que se enmarca dentro del ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Otros critican la obra por supuesta falta de respeto a la máxima autoridad del país.
La tensión creció desde el inicio de la muestra en la galería de arte Goodman en Johannesburgo. El último capítulo de la controversia entre defensores y detractores de la imagen fue cuando unos individuos, críticos con la imagen, arrojaron pintura al cuadro.
Pero esto es sólo la punta del iceberg. La mayor oposición a que la pintura siga exhibiéndose viene del Congreso Nacional Africano, la histórica formación política que detenta el gobierno del país y a la que pertenece Zuma.
De hecho, llegaron a formalizar un reclamo ante la Justicia para obligar a la galería Goodman a retirar la imagen, que ya fue vendida por unos US$ 14.000. Mide casi dos metros de alto y tiene un estilo soviético dado que está inspirada en un famoso póster de Lenin. Está hecha en pintura acrílica en colores rojo, negro y amarillo.
La figura de Zuma aparece en una pose heroica, pero con sus genitales colgando por fuera de sus pantalones. Su autor, el artista Brett Murray, la bautizó "The Spear" (la lanza).
Murray es conocido en Sudáfrica por sus obras de tono crítico hacia el gobierno de la minoría blanca que acabó en 1994. Su trabajo suele ser provocativo y con tintes políticos.
Mientras la Justicia tomaba conocimiento del reclamo oficialista contra el cuadro, llegó otro ataque. Más directo en este caso. Imágenes de video difundidas por la televisión local mostraron a un hombre de mediana edad, vestido con traje, dibujando una cruz roja sobre los genitales de la polémica.
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| Dos hombres atacaron con pintura la obra que se exhibe en la galería de arte Goodman en Johannesburgo. |
Luego aparece otro hombre, encapuchado, que aplica pintura sobre el rostro y luego lo desparrama hacia abajo.
"El blanco de mediana edad fue quien comenzó y el joven negro lo terminó", explicó Lance Claasen, un reportero de la Khaya FM, citado por la agencia AFP.
El corresponsal de la BBC dice haber visto a un hombre empuñando el pincel, sobre el que se abalanzan guardias de seguridad y recibe un cabezazo. La policía no hizo comentarios sobre los cargos que pudieran enfrentar.
Las motivaciones del ataque contra la obra no son ningún secreto. "Hago esto porque la pintura es una falta de respeto hacia el presidente Zuma", le dijo uno de los hombres a la BBC.
A nadie se le escapa que esas motivaciones fueron explicadas en términos similares a los que había utilizado en Congreso Nacional Africano, que se había referido al trabajo artístico como "grosero, burdo e irrespetuoso".
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| La pintura del artista Brett Murray se titula "The Spear" (la lanza) y muestra al presidente sudafricano con los genitales al aire. |
De hecho, en los días previos al incidente de los dos individuos, una multitud de partidarios del ANC se había reunido cerca del tribunal donde se formalizó el reclamo para que la galería retire la obra. Se espera que este jueves los jueces analicen el pedido.
Y minutos antes del ataque, el secretario general del ANC, Gwede Mantashe, le dijo a Reuters que la gente tiene derecho a criticar al gobierno, pero que hay límites para ello. A su entender, pintar los genitales del presidente "no abre un debate, se trata de un insulto a la gente".
Al estamento judicial sudafricano es consciente de que tiene en sus manos un tema caliente, y que la decisión que toma, sea cual sea, tendrá una amplia repercusión en el país. "Se trata de un asunto de gran importancia a nivel nacional", dijo la juez Fayeeza Kathree-Setiloane, según la cita la African Press Association.
La exhibición en la galería Goodman abrió a principios de mes y estaba previsto que acabe el 16 de junio, pero dependerá de la decisión judicial si el cuadro de la discordia seguirá siendo exhibido hasta esa fecha.
"Indigno"
La acción judicial del oficialista ANC no va sólo contra la galería Goodman. También demanda que el periódico City Pres quite la fotografía de la pintura de su sitio web.
La difusión que está teniendo el asunto ha hecho reaccionar al propio presidente. En una solicitada que aparece en la prensa, Zuma dice estar impactado por la obra.
El retrato me pinta de una forma que sugiere que soy un donjuán, un mujeriego, alguien sin respeto. Es una pintura indigna de mi personalidad y busca crear duda sobre mi personalidad a la vista de mis conciudadanos, mi familia y mis hijos", cita al primer mandatario el South Africa's Independent. Zuma tiene actualmente cuatro mujeres, aunque se casó seis veces, y 21 hijos.
El líder sudafricano ostenta una larga historia de enfrentamientos con los medios de comunicación en instancias judiciales. En 11 oportunidades inició acciones legales por difamación. En algunas llegó a un acuerdo, otras fueron retiradas y otras están todavía en trámite.
El caso más conocido tuvo lugar en 2008 contra uno de los artistas más nombrados del país llamado Zapiro. El pintor retrató a Zuma a punto de violar a una figura femenina que representaba a la Justicia. La audiencia de este proceso legal tendrá lugar en octubre.
Zuma también conoce el otro lado de los procesos legales, el de acusado. En 2006 salió absuelto en un caso por la violación de una amiga de la familia.
El cuadro de Brett Murray no es el primero que sufre los embates del ANC. Dos años atrás, el partido oficialista condenó otra obra, que se exhibía en un centro comercial de Johannesburgo.
Aquella pintura mostraba el cuerpo de Nelson Mandela en medio de una autopsia. Argumentaban que violaba la dignidad del ícono anti apartheid.
Anton Harber, presidente del Instituto de Libertad de Expresión de Sudáfrica, se refirió a las críticas del partido gobernante como "tontas" y defendió el derecho de los artistas a plantear temas difíciles, incómodos, con su trabajo.
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| Jacob Zuma lleva iniciadas 11 acciones legales contra medios de comunicación. |
La Justicia dirá si es simplemente una obra de arte provocativa, o si se ha vulnerado alguna normativa que pueda obligar a la galería de arte a retirar la obra. Lo que ya nadie podrá quitarle a la obra es la difusión que ha tenido y el debate que ha generado.
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