Cada día más la gente se anticipa, y como hormiguitas guardan y
ahorran parte de su dinero hoy preocupándose por el futuro económico en
su vejez. ¿Es tu caso? Pues bien, deberíamos preguntarnos si es el
futuro económico lo único que debe preocuparnos de cara al mañana. La
respuesta es un rotundo no. Es más, si no lo tienes ya, quizá deberías ir pensando en hacerte un ‘plan de pensiones cerebral’. Es lo que los científicos llaman reserva cognitiva. Una investigación recientemente publicada en la revista Psychology destaca la importancia que tiene el cuidar el cerebro y estimularlo de formas diversas a lo largo de la vida.
Pero, ¿por qué necesito una reserva cognitiva? En su estudio, Jorge Herrera y sus colaboradores aplicaron el Cuestionario de Reserva Cognitiva a un grupo de 64 personas sanas que se quejaban de problemas de memoria. Dividieron a los participantes en dos grupos, los de alta y los de baja reserva cognitiva y luego compararon su rendimiento en diversos test neuropsicológicos de atención, memoria, fluidez verbal y acceso al vocabulario. El resultado mostró que el grupo de alta reserva cognitiva puntuó significativamente más alto que el de baja reserva en todas las medidas usadas para evaluar el estado mental. Esto indica que, cuanto más hicieron los participantes por sus cerebros a lo largo de la vida, en mejor situación se encontraron cuando llegaron a una edad más avanzada.
Y entonces, ¿cómo puedo conseguir una alta reserva cognitiva? Realmente no se trata de actividades muy rebuscadas. Tu nivel de estudios y los cursos de formación son un ejemplo. Hábitos como la lectura, tocar un instrumento musical o hablar idiomas son otras opciones. Y también se incluyen aquí los pasatiempos y otros juegos intelectuales, que tradicionalmente eran de lápiz y papel pero que hoy pueden practicarse utilizando las nuevas tecnologías. Hay muchas opciones para escoger, ¿cuál es la tuya?
Pero, ¿por qué necesito una reserva cognitiva? En su estudio, Jorge Herrera y sus colaboradores aplicaron el Cuestionario de Reserva Cognitiva a un grupo de 64 personas sanas que se quejaban de problemas de memoria. Dividieron a los participantes en dos grupos, los de alta y los de baja reserva cognitiva y luego compararon su rendimiento en diversos test neuropsicológicos de atención, memoria, fluidez verbal y acceso al vocabulario. El resultado mostró que el grupo de alta reserva cognitiva puntuó significativamente más alto que el de baja reserva en todas las medidas usadas para evaluar el estado mental. Esto indica que, cuanto más hicieron los participantes por sus cerebros a lo largo de la vida, en mejor situación se encontraron cuando llegaron a una edad más avanzada.
Y entonces, ¿cómo puedo conseguir una alta reserva cognitiva? Realmente no se trata de actividades muy rebuscadas. Tu nivel de estudios y los cursos de formación son un ejemplo. Hábitos como la lectura, tocar un instrumento musical o hablar idiomas son otras opciones. Y también se incluyen aquí los pasatiempos y otros juegos intelectuales, que tradicionalmente eran de lápiz y papel pero que hoy pueden practicarse utilizando las nuevas tecnologías. Hay muchas opciones para escoger, ¿cuál es la tuya?
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