El papa Francisco volvió a conmover hoy al mundo cuando durante su
recorrido por la Plaza de San Pedro, antes de su tradicional audiencia
general de los miércoles, se detuvo para saludar a un hombre visiblemente desfigurado por un problema de salud.
Francisco,
quien suele predicar sobre la necesidad de la Iglesia Católica de
acercarse a los más necesitados, habló durante varios segundos con el
hombre, con quien se fundió en un fraternal abrazo antes de despedirse.
El individuo, llamado Vinicio Riva, luego diría a la prensa que "el Papa ni se detuvo a pensar si me abrazaba o no. Mi enfermedad no es contagiosa, pero él no lo sabía".
"Bajó del altar a saludar a los enfermos. Yo le besé la mano mientras que él con la otra me acariciaba la cabeza y las heridas. Después tiró de mí, abrazándome con fuerza y besándome el rostro. Yo tenía la cabeza en su pecho, sus brazos me rodeaban. Me tenía muy pegado a él, mimándome, no se apartaba", recordó Riva en una entrevista concedida al diario británico Daily Mail.
"No me dijo nada, pero yo sentí su amor. Duró poco más que un minuto, pero a mí me pareció una eternidad. Mi corazón iba tan deprisa que creí que iba a morir", reveló.
Durante la audiencia que todos los miércoles celebra Francisco en la Plaza de San Pedro, Su Santidad acostumbra a recorrer el lugar a bordo de un papamóvil al descubierto, que se detiene allí donde él lo indica, generalmente parando a saludar a niños y personas enfermas.
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