SOLO QUIERO...

COMPARTIR CON TODOS USTEDES LAS COSAS QUE VOY APRENDIENDO DIA A DIA ... UN ABRAZO

viernes, 24 de diciembre de 2010

CARTA DEL NIÑO JESUS EN NAVIDAD

Hola amigo:
Como sabrás, nos acercamos a la fecha de mi cumpleaños. Todos los años se hace una fiesta en mi honor y creo que este año sucederá lo mismo.
En estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en la radio y la televisión, y por todas partes no se habla de otra cosa sino de lo poco que falta para que llegue el día.
La verdad es agradable saber que al menos un día al año algunas personas piensan un poco en mí.
Como tú sabes, hace muchos años que comenzaron a festejar mi cumpleaños. Al principio se esmeraban por celebrarlo, después como que no parecían agradecer mucho lo que hice por ellos. Hoy en las familias, muchas veces parece que nadie sabe de que se trata.
Recuerdo que el año pasado en el día de mi cumpleaños hicieron una gran fiesta en mi honor, pero ¿sabes una cosa?... ¡¡¡Ni siquiera me invitaron!!! ¡Se supone que YO era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de hablarme! La fiesta era para mí y cuando llegó el gran día me dejaron afuera, me cerraron la puerta. ¡Y yo quería compartir la mesa con ellos! (Ap. 3,20)
La verdad no me sorprendió, porque en los últimos años todos me cierran las puertas. Como no me invitaron, se me ocurrió estar sin hacer ruido; entré y me quede en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos borrachos contando chistes, carcajeándose. Lo estaban pasando en grande. Para colmo llegó alguien, vestido de rojo, de barba blanca y gritando "JO-JO-JO": parecía como si hubiera bebido de más. Se dejó caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia el diciendo: "¡Santa Claus, Santa Claus!", ¡Como si la fiesta fuera en su honor!
Llegaron las 12 de la noche y todos empezaron a abrazarse. Yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara, y ¿sabes? ¡Nadie me abrazo! Comprendí entonces que yo sobraba en la fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré. Tal vez crean que yo nunca lloro, pero esa noche lloré porque me sentía destruido, como un ser abandonada, triste y olvidado.
Me llegó tan hondo que al pasar por tu casa, tu y tu familia me invitaron a pasar. Me trataron como a un rey y me hicieron una verdadera fiesta en la cual yo era el invitado principal.
Que Dios, mi padre bendiga a todas las familias como la tuya en donde no se les olvida darme mi lugar. Yo jamás dejo de estar con ellas en ese día y en todos los días del año. Me conmovió sobremanera el pesebre que pusieron en un rincón de tu casa. ¿Sabías que hay países en donde se está prohibiendo poner nacimientos?
Otra cosa que me asombra, es que el día de mi cumpleaños, se hicieron regalos unos a otros, y a mí no me regalaron nada., Una vez alguien me dijo: "¿Cómo te voy a regalar algo a ti si n te veo?" Ya te imaginas lo que le dije "Regala comida y ropa y ayuda a los pobres, visita a los enfermos y a los que están solos y yo lo contare como un regalo, porque al hacerlo con los mas pequeños, en realidad es a mí a quien lo haces" (Mt 25, 35-45). Sin embargo, cada año que pasa es peor, la gente sólo piensa en las compras y los regalos; y de mí, la verdad ni se acuerdan.
Recuerdo lo que sucedió a un anciano llamado Juan: un día de mi cumpleaños anduvo de casa en casa pidiendo posada. Tenía hambre pero no familia. Tocó en muchas puertas, sin que en ninguna lo invitaran a la mesa; se dio por vencido al ver que ni siquiera esa noche iba a sentir el calor de un hogar. Se sentó en la banqueta y lloró como un niño. Yo pase junto a el y le pregunte "¿Qué sientes Juan?" "Es que nadie me invitaba a pasar" me respondió. Yo me senté a un lado de el y le dije "note apures, a mi tampoco me han dejado entrar, y he pensado que como nadie nos invita a su fiesta , voy a hacer la mía propia: una fiesta grandiosa como la que jamás nadie hubiera imaginado. Una fiesta con grandes personalidades como Abraham, Moisés, el Rey David y otros. Todavía estoy haciendo los arreglos por lo que no será este año. Estoy enviando muchas invitaciones, y hoy, querido amigo, hay una INVITACIÓN ESPECIAL PARA TI. Solo quiero que me digas si quieres asistir y te reservare un lugar, y escribiré tu nombre con letras de oro en mi gran libro de invitados.
En esta fiesta sólo habrá invitados con previa reservación y se quedaran fuera los que no hayan contestado.

¡PREPÁRATE PORQUE CUANDO ESTÉ TODO LISTO, DARÉ LA GRAN SORPRESA!

Hasta pronto.

No hay comentarios: