Afirman científicos en Estados Unidos,que el dolor por la muerte de un ser querido puede incrementar drásticamente el riesgo de que un adulto sano sufra un infarto.Señala el estudio publicado en Circulation, la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón.este riesgo se incrementa 21 veces durante el día posterior a la pérdida y seis veces durante la primera semana,
El dolor intenso que provoca una pérdida ejerce una presión adicional en el corazón.El estrés psicológico asociado a la muerte puede elevar el ritmo cardíaco, la presión arterial y el riesgo de coágulos, los cuales, a su vez, incrementan la posibilidad de un infarto.
Los síntomas que se deben observar entre las personas en riesgo incluyen :dolor en el pecho y dificultad para respirar.
El resultado puede ser grave.si a esto se acompaña el descuido personal -como no molestarse por tomar sus medicamentos rutinarios.
Los investigadores llegaron a estas conclusiones después de estudiar a 1.985 sobrevivientes de infarto y comparar cuántos de ellos habían sufrido la muerte de una persona cercana.
Entre los participantes, 270 (13,6%) habían experimentado la pérdida de alguien significativo en los seis meses previos, incluidos 19 que habían sufrido un infarto el día en que había ocurrido ese fallecimiento
.No debemos perder de vista el hecho de que los infartos provocados por estrés por lo general sólo ocurren en personas con enfermedad subyacente del corazón"
los síntomas que se deben observar entre las personas en riesgo incluyen dolor en el pecho y dificultad para respirar.
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