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lunes, 28 de mayo de 2012

DESBRIDAMIENTO ULCERA




El desbridamiento es la eliminación del tejido muerto, dañado o infectado para mejorar la salubridad del tejido restante. 


Se puede realizar mediante cirugía, de forma mecánica, química, autolítica y mediante la terapia larval, en la que ciertas especies de larvas consumen selectivamente el tejido necrótico.



El tejido desvitalizado, también llamado tejido necrótico,   contiene células muertas y 
detritus celulares que son la consecuencia de la destrucción de tejidos.  


Hay varios términos que pueden utilizarse en la descripción de estos restos de  
tejidos desvitalizados en función de su apariencia. Hablamos de tejido necrótico, en 
general, ante tejidos de color negro o marrón oscuro. 

Denominaremos escara, a una placa definida, generalmente de color parduzco o negro, espesa, sólida, seca, de textura correosa que aumenta en dureza conforme se va desecando.

Los esfacelos son restos de material fibrinoso de color amarillo-verdoso o blanco-grisáceo, muy difíciles de aprehender por su consistencia blanda. En la clínica existen estadios intermedios entre los esfacelos y la placa necrótica que suelen coexistir en una misma herida.  


La presencia de tejido desvitalizado y/o necrosado constituye un obstáculo para que 
el proceso de cicatrización se desarrolle de una manera adecuada y óptima.


Además de representar una barrera mecánica que puede retardar el proceso de cicatrización,   favorece el crecimiento bacteriano al ser un medio de cultivo ideal para la flora bacteriana, aumenta el riesgo de infección, aumenta las demandas linfocitarias, 
puede cronificar el proceso inflamatorio e impide el drenaje natural de la herida por 
lo que se favorece que los procesos supurativos desequen los tejidos. 


Este hecho favorece trayectos fistuloso, pudiéndose extender hasta estructuras más profundas como    hueso y/o articulaciones con posible destrucción de ambos y produciendo artritis sépticas, puede enmascarar colecciones de secreción o abscesos, 
incrementa las demandas de desbridamiento autólogo, e impide una evaluación real 
de la herida (estadiaje). 



Recientemente el término de carga necrótica ha sido propuesto como la terminología 
que describe en su globalidad el tejido necrótico, el exceso de exudado y los 
elevados niveles de bacterias presentes en el tejido desvitalizado. Además de por su 
aspecto físico el tejido desvitalizado destaca por la presencia de mal olor que suele 
ser consecuencia directa de la colonización bacteriana.  

Nos referiremos al desbridamiento como al conjunto de mecanismos (fisiológicos ó 
externos),dirigidos    a    la retirada de tejidos necróticos, exudados, colecciones 
serosas o purulentas y/o cuerpos extraños asociados, es decir, todos los tejidos y 
materiales no viables presentes en lecho de la herida. 

Un aspecto diferencial entre las lesiones agudas y crónicas en el marco de la 
preparación del lecho de la herida, lo hallamos en la posible necesidad de mantener 
la fase de desbridamiento, en cualquiera de sus modalidades.

 A diferencia de las heridas agudas en las que el proceso de retirada de material detrítico se circunscribe a un tiempo determinado, en las heridas crónicas, a menudo no somos capaces devencer la carga necrótica, que sigue produciéndose de manera continuada debido a la prolongación de la fase inflamatoria del proceso de cicatrización. 

En tales circunstancias, las evidencias sugieren la necesidad de un desbridamiento de 
mantenimiento. 


El desbridamiento es un paso imprescindible para tener aspiraciones a la curación 
de esa lesión. Así, en el proceso biológico de reparación y cicatrización de las 
heridas, el desbridamiento se produce de forma natural. 


Pero en las heridas crónicas estos intentos de desbridamiento suelen resultar insuficientes para permitir la 
cicatrización de la lesión, por lo que se precisa de un desbridamiento externo. 


La evidencia científica actual también avala el desbridamiento externo como elemento 
necesario para la cicatrización de la lesión. 



El desbridamiento es imprescindible para: 
·
 Eliminar el sustrato que permite el crecimiento de microorganismos que 
favorecen la infección, pudiendo evolucionar desde procesos de infección local, a  
regional y  sepsis, con el resultado final de amputación o muerte. 

· Aliviar la carga metabólica en la lesión y el estrés psicológico en el paciente,  

· Facilitar la curación, acelerando las fases proliferativas y de remodelado tisular. 

· Mejorar la restauración estructural y funcional  de la piel. 

· Desenmascarar posibles acumulos de exudados o abscesos. 

· Permitir la  evaluación de la profundidad de la úlcera. 

· Detener la pérdida de proteínas a través del drenaje. 

· Controlar el olor de la herida. 




CONSIDERACIONES ANTES DE INICIAR EL DESBRIDAMIENTO 


Antes de iniciar el desbridamiento deben considerarse los siguientes elementos: 


1. Los objetivos globales del cuidado del paciente. Hay que valorar al paciente en 
su   conjunto, teniendo en cuenta su situación de salud, posibilidades de curación 
del proceso, expectativas de vida, problemas y beneficios para el paciente. Es 
necesario prestar una consideración especial en pacientes en situación terminal 
de su enfermedad. 


2. Control del dolor. Las heridas crónicas son dolorosas, salvo escasas excepciones. 
Este dolor puede verse aumentado por los métodos de desbridamiento, por tanto, 
habrá que evitar o controlar el dolor asociado, antes y durante el procedimiento, 
según sea necesario. Debe considerarse la necesidad de pauta analgésica y/o 
anestesia local. 


3. Vascularización del área lesionalLas heridas crónicas pueden tener una 
vascularización deficiente o inadecuada. Si no se conoce la etiología de la lesión, 
es necesario realizar una valoración vascular, por medios clínicos (pulsos, color, 
temperatura,…) y/o instrumentales, según sea necesario.  


4. Áreas anatómicas de especial atención. Determinadas localizaciones como la 
cara, manos, dedos, genitales, mamas, mucosas, tendones expuestos y cápsulasarticulares, precisan de un especial cuidado a la hora de seleccionar el método 
de desbridamiento. 


5. Localización especial de los talones. En las úlceras por presión localizadas en 
talones que presentan una necrosis seca (escara) sin edema, eritema, 
fluctuación o drenaje, puede no ser necesario su desbridamiento inmediato. Debe 
someterse a vigilancia continua. Si en algún momento aparecen los signos 
anteriormente descritos iniciar el desbridamiento. 


Esta es una excepción a la recomendación de que toda escara deber ser desbridada. 
6. Gestión de riesgos. Valorar el riesgo-beneficio antes de decidir desbridar o no 
desbridar y de seleccionar un método u otro de desbridamiento. 




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