Esa pérdida de plasticidad del cerebro deprimido significa una merma en la "capacidad para incrementar o reducir la conectividad entre las células",explicó la profesora Mia Lindskog, responsable del estudio,"Nuestra idea inicial era demostrar que la depresión podía deberse a la falta de plasticidad,agregando ademas, lo que hacía que el cerebro se volviera más rígido y no pudiera cambiar de pensamiento con normalidad. Pero comprobamos que no era cierto",
Su equipo busca "nuevos mecanismos que puedan ayudar a encontrar terapias innovadoras contra la depresión".
Las conclusiones del equipo de Lindskog se basan en un experimento llevado a cabo con ratas criadas especialmente para que presentaran comportamientos depresivos
Las ratas fueron sometidas a dos pruebas para confirmar sus comportamientos característicos de la depresión, uno sobre memoria y otro sobre su nivel de apatía: las soltaron en un contenedor con agua y observaron si se limitaban a flotar -las deprimidas- o trataban de salir.
Comentó Lindskog:.Una vez confirmado su comportamiento depresivo, les administraban serina, un aminoácido.
"la serina no pasa de la sangre al cerebro particularmente bien, así que no parece un candidato en el que fundamentar un nuevo medicamento".
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